A menos de una semana para que arranque de forma oficial la temporada del Calahorra, el conjunto rojillo se encuentra con un problema entre las manos. La FIFA ha ordenador el pago de cerca de 200.000 euros (180.000 y otros 12.000) a dos conjuntos argentinos por los derechos de formación y de pertenencia del futbolista argentino Tomás Bonilla.
Bonilla llegó al Calahorra en el verano de 2019, pero los acontecimientos se remontan a enero de 2020 cuando el por entonces entrenador calagurritano Miguel Sola hizo debutar al jugador argentino en la Segunda división B ante el Real Unión de Irún, llegando a disputar tan solo unos minutos con el Calahorra. El resto de sus encuentros disputados en España han sido, en su totalidad, en Tercera división.
Ante esta situación, dos clubes argentinos, el Atlético Rafaela y el Florida reclamaron ante el organismo internacional derechos de formación y de último equipo al entender que el futbolista había disputado un partido de forma profesional, algo que aceptó la FIFA condenando al Calahorra al pago de las cantidades expuestas anteriormente.
Esta decisión del máximo organismo internacional del fútbol pilló «por sorpresa» al equipo rojillo en palabras de su director deportivo Eduardo Arévalo. «El jugador nunca ha tenido ficha de profesional», argumentó Arévalo añadiendo que esta situación ha provocado una «gran sorpresa e indignación» dentro del club rojillo.
«El asunto está en manos de los abogados. Vamos a llegar hasta el final ya que no estamos de acuerdo. Se está cometiendo una ilegalidad. El jugador nunca ha tenido ficha profesional con nosotros», exclamó el director deportivo.
Según se ha podido saber sobre la situación, el hecho de que Bonilla debutase en Segunda división fue considerado por sus clubes de origen en que el jugador había llegado a debutar de forma profesional cuando se trata de una división que, en España, no cuenta con ese estatus, solo lo ostentan la Primera y la Segunda división del fútbol español.