Agua pasada no mueve molino. A ese refrán se aferra un Promete que esta tarde, en encuentro correspondiente a la jornada 22ª y que fue aplazado en su día por la existencia de un positivo en el entorno cercano de una jugadora riojana, visita el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza para medirse, a partir de las 19 horas, al Casademont. Mañas y logroñesas están empatadas a ocho victorias (el Casademont ha disputado dos encuentros más que las riojanas) aunque las aragonesas ya se impusieron en el Palacio por  65-73. 

El encuentro llega después de que el Promete perdiera el pasado domingo ante el Bembibre por 75-79 en un encuentro polémico cuyo resultado final no es definitivo.

Al margen de esta situación, las de César Aneas buscan la novena victoria que significará, virtualmente, la permanencia en la categoría. El equipo logroñés llega a Zaragoza con dos triunfos de margen con respecto a un Bembibre al que le quedan sólo seis partidos por jugar (por ocho a las riojanas) y que, además, tiene perdida la diferencia de puntos con el Promete.

El Casademont -antiguo Mann Filter- es un clásico de la Liga Femenina que, sin embargo, no está teniendo su mejor año y eso que en las filas del equipo que dirige Carlos Ramón Iglesias figuran dos jugadoras que no necesitan presentación: Anna Cruz y Laura Nicholls.