De nombre artístico, Calle Mayor

Bruno Calleja Escalona
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Es la ruta de paseo por excelencia, luce en las fotos más antiguas de la ciudad, saltó al cine con una película y ha tenido hasta ocho nombres. Logroño no se concibe sin su calle Portales

Todo un documento histórico. Esta foto de la calle portales es, tal vez, la más antigua de Logroño. - Foto: Robert Peters Napper

No hay duda a la hora de situarla en una posición destacada dentro del callejero logroñés. Forasteros y logroñeses siguen caminando por la calle Portales y admirando su arquitectura decimonónica, fusionada con las torres de la Redonda, construida en el siglo XVIII, y con algunos otros edificios, muy escasos, de siglos anteriores. 

Quizás fue esta mezcla de estilos, aún más marcada en 1860, lo que atrajo la mirada del fotógrafo Robert Peters Napper, contratado por el popular Francis Frith para que fotografiase varias localidades españolas, y de cuya cámara salieron en aquel año las instantáneas más antiguas que se conservan de la ciudad. Es también la calle más cinematográfica de Logroño. Sus soportales y adoquines prestaron escenario para la historia de amor burlado entre Betsy Blair y José Suárez, en la famosísima película Calle Mayor, que Juan Antonio Bardem rodó en 1956 en la capital riojana, entre otras localizaciones.

El viajero Napper, que durante su estancia en Logroño también fotografió la iglesia de San Bartolomé, capturó una estampa del primer tramo de la que hoy es la calle Portales, que él bautizó como The Calle Mayor, con algunas construcciones reseñables como la casa de los Medallones o el antiguo Ayuntamiento. Otras de las casas retratadas no han sobrevivido al paso del tiempo, pero permiten ver  cómo eran elementos interesantes como aleros, balcones o ventanas.

Los orígenes de la popular arteria se remontan al siglo XV, cuando la ciudad, nacida a orillas del río Ebro, se expande hasta este punto. En el siglo XVI, será la calle de Las Tiendas y posteriormente, calle Herventia, llamada así por la puerta que se construyó en el arranque de su trazado, junto a la actual sede del Instituto de Estudios Riojanos (IER). Además, la calle era morada de muy destacados personajes y contaba con dos iglesias, La Redonda y San Pedro de Los Lirios. 

En 1812, con la proclamación de la I Constitución Española, la calle recibió el nombre de calle de la Constitución. En 1839, Espartero la reinauguró como calle de La Paz, por el abrazo de Vergara, y finalmente, recibió el nombre de calle del Mercado. Será en el siglo XIX cuando en ella empiecen a erigirse las más importantes casas. Las más antiguas que se mantienen en pie, ubicadas frente a la portada de La Redonda, permiten hacerse una idea de cómo eran los inmuebles anteriores, con portales formados por columnas o pilares, que sostenían las vigas de las casas. 

Francisco Luis y Tomás recibió el encargo de construir en esta avenida unos portales de invierno para que los logroñeses pudiesen pasear por ellos durante los días de frío. El arquitecto diseñó unos arcos, apoyados en pilares que recorrerían la calle desde el Portalón hasta el convento de San Agustín.

La reurbanización no fue fácil, pues las edificaciones no guardaban una línea recta, alineación que el arquitecto tuvo que ir trazando, a veces derribando señeros edificios de viviendas. La galería de arcos se concluyó en la calle del Cristo para evitar unas obras mayores que corrigiesen el trazado histórico de la calle, hacia el Cristo. En la confluencia de ambas calles se creó la plaza del Voto. Con el final del siglo XIX, Portales acogió a la industria más importante de Logroño, la Tabacalera. En los años siguientes llegarán tiendas que se mantienen casi hasta nuestros días, como Dulin, el comercio abierto más antigua de Logroño.

Portales, desde 1979. La Segunda República cambió de nuevo su nombre por el de calle de la República, denominación que se mantendrá hasta 1939, cuando se mudará a General Mola. El 4 de octubre de 1979 le llegará su nombre definitivo, calle Portales.

Durante sus casi cinco siglos de existencia, Portales ha conocido a muchos ilustres personajes de la ciudad, ha sido la sede del Ayuntamiento, ha asistido a actos terribles, como el Auto de Fe de 1610 y ha sido el escenario del rodaje de la película Calle Mayor, ya en el siglo XX, además de escenario del fluir de la vida de Logroño. Fue peatonalizada en 2006.