Logroño apoya la campaña solidaria Recicla Vidrio por ellas

El Día
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El objetivo es reciclar envases de vidrio para cuidar del medioambiente y contribuir con la prevención del cáncer de mama

Contenedores utilizados en la campaña. - Foto: El Día

Logroño participa con Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España, en la puesta en marcha de la campaña solidaria 'Recicla vidrio por ellas', que tiene como objetivo movilizar a los ciudadanos a reciclar envases de vidrio para cuidar del medioambiente y contribuir con la prevención del cáncer de mama.

En esta ocasión, la campaña se ha extendido por más de 140 ciudades de todo el territorio nacional, como Madrid, Valencia, Sevilla, Bilbao, Valladolid, Logroño, Zaragoza, Las Palmas de Gran Canaria o Santiago de Compostela, con el fin de sensibilizar a un mayor número de ciudadanos.

Se han instalado más de 370 contenedores rosas por todo el país. Además, la entidad ha contado con Sandra Ibarra, presidenta de la fundación que lleva su nombre, como embajadora del proyecto.

Como símbolo de la concienciación y solidaridad con el cáncer de mama, Ágatha Ruiz de la Prada ha diseñado un miniglú especial para la ocasión, en el que se destaca el lema de la Fundación Sandra Ibarra: 'Llenos de vida'. El miniglú se podrá adquirir a través de la web 'Miniglú.es', y los beneficios se destinarán a la Fundación Sandra Ibarra para contribuir a la prevención e investigación del cáncer.

 

Fundación Sandra Ibarra.

La Fundación Sandra Ibarra es una organización sin ánimo de lucro con una trayectoria de doce años sumando esfuerzos frente al cáncer, periodo en el que ha dado impulso a campañas y ha financiado proyectos de investigación, sensibilización y prevención frente al cáncer. Concretamente, las donaciones realizadas para becas a la investigación superan los dos millones de euros hasta la fecha. También ha trabajado en la humanización de la sanidad.

En los últimos años, la Fundación ha detectado que, gracias a esa inversión en investigación, han aumentado los índices de supervivencia, surgiendo un nuevo paciente al que hay que ofrecer una atención sanitaria específica inexistente hasta el momento: el superviviente de cáncer.

Por eso, en 2017, con el objetivo de hacer frente a las necesidades asistenciales existentes durante la enfermedad y las que surgen en el periodo de transición en el que ya no hay tumor, ni tratamiento, pero aparecen otras secuelas físicas y necesidades emocionales y sociales, nació la primera escuela de pacientes y supervivientes de cáncer, la Escuela de Vida de la Fundación Sandra Ibarra 'www.fundacionsandraibarra.org'.