Si se cumplen las previsiones, Logroño asistirá en los meses finales de 2022 a la conclusión de una de las principales obras de la ciudad y que más dilación, por unas causas o por otras, ha sufrido: la actuación en el nudo de Vara de Rey, incluida dentro de la primera fase del soterramiento de la vías del tren. El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, confirmó este lunes que la obra estará adjudicada en enero, una vez que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, organismo dependiente del Ministerio de Política Territorial y Función Pública, levantara la paralización a la que obligó el recurso de la Asociación de Empresarios de Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR) a su licitación.
«Se están analizando las ofertas en las mesas de contratación», relataba a El Día de La Rioja el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, sobre un proceso que ha de contratar la obra a una de las cuatro UTE que aspiran a realizarla: Compañía de Obras Públicas, Hormigones y Asfaltos- Asbeca construcción, gestión y servicios múltiples y Proyectos y Servicios Rioja Construcción; Construcciones Mariezcurrena- Antis Obra Civil; Acciona- Riojana de Asfaltos, y Obras de construcción e instalaciones. Excavaciones Redondo Solozábal.
Cuando la adjudicación esté resuelta, se prevé que las obras comiencen en el primer trimestre del 2022y concluyan a finales de ese año o principios de 2023, dijo ayer el alcalde, quien aseguró que esta actuación concluirá coincidiendo con la apertura de la nueva estación de autobuses. «Aunque no se había programado así, la conclusión de la obra del nudo de Vara de Rey, que debía haber estado finalizada mucho antes, va a coincidir con la apertura de la nueva estación», apunta el concejal de urbanismo, que informa de que se «van superando todos los pasos» para que esta dotación pueda estar en servicio cuanto antes.
El 10 de noviembre, la Junta de Gobierno local adjudicó el mobiliario de la sala de espera y diferentes estancias, el cerramiento de taquillas de los despachos de billete y elementos fijos de señalización e información. Quedarían pendientes los complementos de accesibilidad y la gestión de la estación. «Recibimos una obra con muchos interrogantes; un contenedor, un edificio, al que hay que convertir en estación», comenta Caballero.
Subestación de Cascajos. Otra de las actuaciones que ya está en marcha en la misma zona, aunque su conclusión se demorará hasta finales de 2023, es el enterramiento de la subestación eléctrica de Cascajos, una instalación que se ha hecho esperar 15 años para someterse a una actuación que mejore el paisaje urbano con la máxima seguridad para los vecinos. Según Caballero, el proyecto está en marcha y se empezará «a ver movimiento » cuando se instale la subestación profesional y comience a desmontarse la actual, actuación que también se efectuará en 2022. Costará a las arcas municipal casi 4,4 millones de euros; se mantendrá en la misma ubicación de forma soterrada, lo que permitirá desarrollar la calle Miguel Delibes y el resto del entorno del soterramiento, además de contar con otras mejoras medioambientales. El proyecto, con el que Iberdrola colaborará con 1,5 millones, incluye una estación portátil, la cimentación, el material eléctrico y el cerramiento propuesto para la subestación, diseñado por Iñaki Ábalos, con una zona que se eleva a 5 metros, con 2 casetas de acceso de 2 metros para dar coherencia a la zona.