Salir a correr en tiempos de pandemia

SPC
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El 'running' gana adeptos y es muy beneficioso «siempre que se practique con sensatez», ya que la actual situación sanitaria conlleva medidas que el corredor ha de aplicar, como el uso de la mascarilla

Si en los últimos años, el running ya había ganado una gran popularidad, la pandemia de la COVID-19 ha animado a más de uno y de una a ponerse las zapatillas de correr y practicar este deporte por primera vez. «La carrera a pie es uno de los deportes que menos riesgo entraña de cara a un posible contagio: se practica en espacios abiertos al aire libre y no implica contacto físico directo. Se trata, además, de una actividad que no exige un gran gasto ni horarios fijos y que resulta muy beneficiosa para la salud a muchos niveles», afirma Eduardo González Zorzano, experto científico de Cinfa.

«Por ejemplo, ayuda  a disminuir la tensión, el estrés y aumenta la autoestima, aspectos clave para contrarrestar los efectos negativos que esta pandemia está generando sobre la salud mental de la población. Eso sí, es primordial practicar este o cualquier otro deporte con sensatez», insiste.

Esta sensatez, en la práctica, significa adoptar precauciones como seguir un plan de entrenamiento gradual que marque objetivos realistas y, sobre todo, prepararse adecuadamente antes del esfuerzo: «Además de correr con las piernas, hemos de hacerlo con cabeza y respetar medidas básicas de prevención general, como chequear nuestra salud previamente, calentar y estirar adecuadamente e hidratarnos durante la carrera. El VI Estudio CinfaSalud Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles arrojó cifras preocupantes sobre las consecuencias de no tener en cuenta estas medidas: seis de cada 10 runners habían sufrido problemas de salud mientras practicaban este deporte en los 12 meses anteriores a la investigación», recalca González Zorzano.

Por otro lado, la actual situación sanitaria y social impone ciertas medidas que el runner ha de aplicar a su rutina deportiva. A día de hoy, la normativa estatal señala que no será exigible el uso de mascarilla en el caso del ejercicio de deporte al aire libre, siempre que se practique de manera individual y se mantenga la distancia de seguridad interpersonal. No obstante, cada comunidad autónoma puede hacer cambios en este modelo de uso de los cubrebocas en espacios exteriores.  

Emisión de aerosoles

El experto de Cinfa recuerda la necesidad de actuar con responsabilidad, «porque, cuando corremos, estamos haciendo un esfuerzo y, por tanto, respiramos con más fuerza y emitimos más aerosoles, que son los que transmiten el virus. Y aunque estemos al aire libre, sigue habiendo riesgo de contagiar o contagiarse».

También es importante tener en cuenta que la distancia de seguridad como medida de prevención ante el virus ha de ser mayor cuando se corre, respecto a aquella necesaria cuando se permanece en posición estática. «Según un estudio de la Universidad Tecnológica de Endhoven (Países Bajos), el movimiento que generamos al correr provoca una corriente de aire a nuestra espalda. En ese flujo se transportan esas pequeñas gotas que podemos emitir hasta una distancia que supera los dos metros o más, si la velocidad es mayor. Para que el corredor que viene detrás no aspire nuestras partículas respiratorias, este estudio concluye que debemos dejar unos 10 metros de distancia con respecto a él», explica Eduardo González Zorzano.

Por este motivo, se recomienda correr de forma individual o únicamente con personas convivientes. «Conviene evitar los grupos y, en caso de que corran dos personas juntas, han de hacerlo en paralelo, mirando siempre hacia delante y evitando girar la cabeza en dirección al otro corredor. En todo caso, los deportistas nunca deberán situarse uno detrás del otro, en la misma dirección y siguiendo su estela», añaden desde Cinfa.