"Las ayudas europeas son una oportunidad de transformación"

Gustavo Basurto
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Un año después de su nombramiento como primera mujer al frente de la Delegación del Gobierno en La Rioja, María Marrodán relata cómo ha viviendo este periodo complejo e insólito por la pandemia y hace un repaso de proyectos en marcha y pendientes

María Marrodán, en su despacho de la Delegación del Gobierno en La Rioja. - Foto: Ingrid

Jovial por naturaleza, pocos asuntos logran borrar la sonrisa de su rostro. Pero su mandato al frente de la Delegación del Gobierno de España en La Rioja está marcado desde el inicio por la pandemia;y al hablar de sus consecuencias, el semblante se torna más serio. Algo normal cuando se tiene un conocimiento muy certero de la situación, reflejada en cifras. Números que esta mujer, nacida en 1980, y con mirada predispuesta hacia lo social por su formación y trayectoria profesional, se resiste a convertir en frías estadísticas y siente como dramas. La Covid ocupa buena parte de su gestión, pero sobre su escritorio, en el número 3 de la calle Muro de la Mata, hay bastantes más asuntos. Su nombramiento hace un año marcó un hito al ser la primera mujer al frente de la Delegación del Gobierno en La Rioja. Diplomada en Trabajo Social, llegó al cargo con bagaje político previo, adquirido como diputada del PSOE y concejala en Logroño.

 
Tomó posesión el 4 de marzo de 2020 y diez días más tarde se declaraba el estado de alarma, una situación compleja e insólita. ¿Cómo está su ánimo tras casi un año en el que la pandemia lo capitaliza casi todo?
El ánimo está bien, alto y donde tiene que estar. Pero es verdad que ha sido un año muy intenso. Casi desde el minuto cero de llegar a esta responsabilidad, la gestión del estado de alarma, en un primer momento, lo llenó todo. Ha habido que dar respuesta a la emergencia y a la vez tratar de no perder el pulso de los proyectos y objetivos que había. Y ahora estamos en esa fase, la de volver a centrar la atención en otras cosas.

 

Ha habido y sigue habiendo momentos muy duros. ¿Alguno que le haya impactado sobremanera?
El fallecimiento del teniente coronel Gayoso y ese momento del homenaje en el cuartel de la Guardia Civil. Fue como un símbolo, un momento con una significación muy importante de lo que estábamos viviendo y de su verdadera magnitud. Y también la gestión de las residencias, en una situación de crisis y de suma de esfuerzos para tratar de superarla. 

 

¿Qué hemos hecho mal en La Rioja para estar entre las regiones con indicadores Covid más preocupantes?
No creo que se pueda decir que los riojanos lo hemos hecho mal o peor que otros. Las medidas siempre se han tomado para reducir el contacto social y la movilidad. ¿Lo hemos hecho peor que en otros sitios? No. En un momento dado podemos estar con la incidencia más arriba o más abajo en comparación con otros territorios, pero la movilidad es muy permeable. Aquí hemos cumplido, pero quizás haya aspectos que tienen que ver con la manera en que se centralizan los servicios en Logroño, por ejemplo, o la forma en que funciona nuestra Comunidad. Puede que eso nos haya hecho más vulnerables, pero creo que no hay diferencias sustanciales que expliquen los datos diferentes. Tampoco tengo  la certeza de que sean tan diferentes. Al final, la situación es crítica o mejor de manera global.

 
Los ciudadanos en general se comportan de forma responsable, pero hemos visto también fiestas ilegales y otros incumplimientos. ¿Algún caso le ha indignado especialmente?
La mayoría de la sociedad cumple y sigue las normas. Es verdad que hay una minoría resistente que desde el principio ha buscado un hueco para tratar de seguir con su vida habitual. ¿Algún caso que me indigne? Todos los que no cumplen. Creo que ese sentimiento de indignación es compartido por toda esa mayoría social que hace las cosas bien.

 

¿Los disturbios de la noche del 31 de octubre en Logroño hay que entenderlos desde la óptica del enfado de una parte de la sociedad ante las restricciones o fueron otra cosa?
Creo que fue una suma de muchas cosas, pero lo enmarcaría principalmente en el clima de crispación que existe. Ante un sentimiento humano de cansancio e incertidumbre, hay quien lo ha querido capitalizar equivocadamente como una herramienta para hacer política de la mala. En política hay mucho espacio para el disenso y el diálogo y para enfrentar modelos y hacer propuestas, pero ante situaciones tan dramáticas y tan críticas como esta pandemia la mala política es irresponsable.

 

Se habló de que hubo personas de ideología extrema alentando y dirigiendo los disturbios. ¿Ha podido concretarse más esa participación?
Hubo elementos diferentes y una mezcla de muchas cosas. Pero indudablemente desde cuentas de redes sociales y de partidos cercanos a la extrema derecha se dio un apoyo explícito a los mensajes que circularon por las redes. Por parte de esos grupos se trató de capitalizar y de alentar la protesta. Es irresponsable y política de la mala.


Las consecuencias sanitarias son las más dramáticas, pero el daño económico de la pandemia es también muy preocupante. ¿La salida a esa crisis vendrá de las ayudas europeas?
Las ayudas europeas suponen una oportunidad de transformación de una magnitud que aún no somos capaces de ponderar en su justa medida. Hay cosas muy negativas, como esa crisis económica, que no ha terminado y con un escenario de incertidumbre. Pero habrá posiblemente otras cosas positivas, como los fondos europeos, que tenemos que aprovechar muy bien. Y hay cuestiones como la vacuna. Hace menos de un año empezaba la pandemia y hace ya un mes y pico que hemos empezado a vacunar; es un hito de una potencia que, por las circunstancias, no estamos ponderando aún. 


¿Está determinado cuánto llegará a La Rioja de los 140.000 millones del fondo europeo para España?
Es difícil saberlo. Conocemos las líneas maestras y los ejes vertebradores, que se han trasladado a través del Plan de Resiliencia del Gobierno de España. Todas las comunidades están trabajando ya en los proyectos para presentarlos. Pero hay también otras vías de financiación directa del Estado que abren oportunidades para invertir en infraestructuras o proyectos; no soy capaz de cuantificar cuánto vendrá a La Rioja, pero sí puedo decir que el trabajo es muy intenso con todos los ministerios para ver de qué manera podemos poner en marcha proyectos que estaban ahí desde hace tiempo y que con esta oportunidad esperamos poder alinear con los objetivos europeos.

 

El Gobierno de La Rioja ha presentado cuatro proyectos estratégicos, Valle de la Lengua, Ciudad del Envase, Enorregión y Territorio Digital, para tratar de obtener fondos. ¿Está garantizado al cien por cien el respaldo del Gobierno central a esos planes?
Seguro. Son proyectos sobre los que se está trabajando con el Gobierno de manera muy cercana y el apoyo esta ahí. El cien por cien del apoyo económico está por ver. La financiación de estos proyectos está en proceso y es prematuro decir algo. Que existe un diálogo constante entre el Gobierno de España y el de La Rioja y que los proyectos presentados se alinean perfectamente con el Plan de Transformación y Resiliencia es un hecho innegable. Confío es que se transformen en realidades palpables, que es lo que le gusta hacer al Gobierno de Pedro Sánchez. Hemos pasado de una etapa de muchos años en la que se pintaban muchas partidas en los presupuestos a otra de compromisos reales.


¿La visita del secretario general del Ministerio de Industria es el aval definitivo a la Ciudad del Envase?
Existe un apoyo directo. Es un proyecto muy maduro, muy alineado y que cuenta con el respaldo del Gobierno de España, como se ha visibilizado estos días. 


Durante la pandemia el tráfico se ha reducido prácticamente a la mitad, pero la cifra de víctimas mortales no descendió en 2020 en las carreteras riojanas. ¿Cómo se explica?
Es un dato que indica un cierto grado de disonancia. Las cifras de víctimas y de siniestralidad no se han  reducido en el mismo grado que la movilidad, como sí ha ocurrido en  otras comunidades. Lo que observamos es que en un porcentaje muy elevado de los accidentes el factor humano ha estado muy presente. Las administraciones hacemos un esfuerzo por mejorar las condiciones de la seguridad vial, pero vemos la necesidad de recordar que hay un factor humano que depende de cada uno de nosotros. Recuerdo que había un porcentaje bastante elevado de personas que no llevaban el cinturón de seguridad puesto; o en los que había una presencia de alcohol y/o drogas. Hemos visto también que muchos accidentes han sido en trayectos cortos, habituales, lo que indica relajación. A veces es necesario recordar esto.


La N-232 sigue siendo la carretera con mayor siniestralidad. ¿Hay actuaciones previstas en esa vía en materia de seguridad?
No hay nada concreto, pero sí se están valorando medidas de señalización, de recuerdo o de instalación de puntos de control de velocidad, porque aunque es verdad que no se observa que el trazado de esa carretera tenga problemas en sí mismo, las cifras están ahí y sigue mereciendo nuestra atención. Téngase por seguro que todas las acciones que desde Tráfico o desde el Gobierno de España se puedan llevar a cabo para mejorar la seguridad de esa vía se tomarán. Desde hace tiempo la mejora de la seguridad de la N-232 es una preocupación, pero también es verdad que las cifras se han reducido mucho en los últimos años. Aún así, no nos conformamos.

 

¿Los camiones grandes seguirán desviados por la autopista AP-68?
Sí, porque existe la certeza de que eso mejora sustancialmente la seguridad de la vía. 


Las obras de la ronda sur están en marcha, pero hay otras pendientes, como la mejora del enlace de Lodosa en la AP-68 ¿Cuándo se harán?
El proyecto está prácticamente finalizado y avanzar en su construcción es una prioridad. Más pronto que tarde veremos avances ahí. La necesidad de enlaces en la AP-68 es evidente, pero quiero recordar que la propia ronda sur ya es una intervención muy importante de construcción de enlaces en un tramo de casi de la mitad del total de esa vía en la Comunidad autónoma. Pero no nos quedamos ahí. El enlace de Lodosa está a punto para la planificación y ejecución, pero además está dada la orden de trabajo por parte del Ministerio para realizar un estudio de todo el eje de la AP-68, para analizar dónde es más recomendable avanzar en enlaces además de los de la ronda sur y el de Lodosa. Es un trabajo necesario, porque en 2026 la autopista AP-68 pasará a ser la autovía A-68. Ese estudio nos dirá dónde es mejor hacer enlaces y a priorizar todas las intervenciones necesarias. 

 

¿Esos enlaces estarán en 2026, cuando acabe la concesión de la AP-68?
Estará hecha una parte muy importante de los enlaces y trataremos de que esté la planificación y temporización para saber dónde, cuándo y cómo se harán esos enlaces.

 

¿Qué previsiones hay para desdoblar la N-232 entre Calahorra y Alfaro?
Ese estudio del Ministerio será integral de todo el corredor y nos deberá dar respuesta no solo de la permeabilización de la AP-68, sino también de cómo ordenar y priorizar todas las actuaciones necesarias para cuando la autopista sea una autovía.

 

¿Cómo está la declaración de Obligación de Servicio Público para el aeropuerto?
En proceso y las últimas noticias indican que va bastante avanzado. 


La aprobación de la variante ferroviaria de Rincón de Soto es el primer paso para la alta velocidad. En el acuerdo se habla de una sola vía. ¿No es poco ambicioso no prever doble vía para el futuro corredor riojano?
Yo considero que es avanzar, porque es la primera vez en la que hay un compromiso presupuestario importante. Si algún hito hay en materia de infraestructuras en estos Presupuestos del Estado es que por primera vez hay una dotación importante para avanzar en la alta velocidad, después de muchos años en los que la tónica era ver cómo caducaban estudios de impacto ambiental y de falta de impulso.


¿Se ha empezado ya con el estudio de opciones de trazado para el tramo Logroño-Miranda?
Después de toda la problemática con los trazados, nos hemos visto obligados a replantearlo y en eso estamos, en estudiar en una alternativa que permita equilibrar las demandas sociales y el respeto al paisaje con la necesidad de modernizar las comunicaciones. 

 

La justicia ha desestimado obligar al Estado a sentarse con La Rioja a negociar compensaciones por el ‘efecto frontera’. ¿Quiere decir eso que la región debe resignarse a no seguir reivindicándolas?
Por supuesto que no. Lo que ha dicho la justicia es que un mecanismo que se basa en el diálogo no puede iniciarse desde la judicialización, que era el peor camino posible. Queda clara que el artículo 46 no es un mecanismo que se tenga que poner en marcha obligatoriamente. Por supuesto, ni de una parte ni de otra se renuncia a llenar de diálogo y de contenido esa posibilidad de compensación. Lo primero que hay que hacer es valorar lo que hay que compensar, que es un trabajo que no se ha hecho en 24 años.

 

¿El Estado pondrá más dinero para la reforma del Instituto Sagasta?     

Aportará lo que ya se firmó en su día y para lo que existe compromiso presupuestario. Está comprometido. Pero no hay que ligar el mecanismo de diálogo que pueda hacer viable la comisión del artículo 46 y otra la obra del instituto Sagasta. Nadie dice que ese diálogo esté finalizado, pero de momento hay lo que había  con el anterior Gobierno del Partido Popular y el convenio que firmó el propio presidente Ceniceros con Pedro Sánchez.

 

¿Y ayudará a costear el Estado actuaciones vinculadas al soterramiento de Logroño, como la subestación de Cascajos?
En el marco de la sociedad LIF en el que estamos las tres administraciones, el diálogo para finalizar la fase I del soterramiento y de esas obras de urbanización está abierto y se está trabajando. Y en el caso de la subestación se está en esa valoración.

 

La Rioja no es una región con grandes índices de criminalidad, pero en los últimos años ha habido casos de gran impacto social. El del exprofesor que apareció muerto en su casa sigue sin resolver. ¿Hay avances?
Como La Rioja tiene buenos indicadores de seguridad, cuando en poco tiempo se producen sucesos tan traumáticos se suscita mucho interés. En el caso del profesor, la investigación policial ha seguido avanzando y hay trabajos en marcha, pero de momento no podemos decir nada más. El trabajo no ha parado. 

 

¿Hay previstas actuaciones en cuarteles de la Guardia Civil?         

Estamos en estrecha colaboración con la Dirección General de la Guardia Civil y del Ministerio del Interior para la mejora de los acuartelamientos en La Rioja, que entre otras cosas contribuirá a que La Rioja sea una comunidad atractiva para estos profesionales. Tenemos en la mente fundamentalmente Alfaro y Villamediana, donde hemos avanzado mucho en la tramitación administrativa necesaria para que ese cuartel que es necesario.