Las redes pueden ser un factor de estrés en adolescentes

Víctor Zurrunero
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Un uso excesivo o incorrecto de este tipo de herramientas puede afectar al desarrollo de los menores

En la imagen, un grupo de adolescentes usando sus teléfonos móviles. - Foto: Luis López Araico

El jefe del departamento de Salud Mental del Servicio Riojano de Salud (SERIS), Miguel Ángel Ortega, afirma que, además de la pandemia, hay otras serie de factores que pueden influir en la salud mental de los adolescentes. Entre ellos se encuentra el papel de las nuevas tecnologías y las redes sociales, que crean una especie de «contacto masivo».  Así, detalla que, mientras que antes se relacionaban con los amigos del colegio, ahora ese grupo es mayor, incluso a veces no se sabe si son adolescentes de verdad o adultos. Ortega considera que las redes sociales son necesarias pero «contaminan un poco la personalidad y el desarrollo de los adolescentes». 

Para Marta Aurés, psicóloga clínica de la Unidad de Día de Salud Mental Infanto-Juvenil del hospital San Pedro, las redes sociales son un factor de estrés para los adolescentes, porque muchas veces se muestran imágenes de vidas «perfectas» que tienden a comparan. 

En ese sentido, el profesor experto en redes sociales del Máster en Marketing Digital de UNIR, Fernando Checa, considera que no hay que demonizar las redes sociales, «pero hay que preocuparse por un mal uso», e identifica algunos factores que pueden ser preocupantes.

El primero de ellos, se refiere al número de horas que los adolescentes pasan en las redes sociales. «Se está dedicando un tiempo excesivo a visualizar contenido en las redes», alerta. Un hecho que por sí mismo no debería ser negativo, «pero, en las personas que todavía no tienen el juicio formado, empieza a resultar cuanto menos cuestionable». Checa pone como ejemplo, las reuniones de adolescentes, en las que en vez de interactuar entre ellos, lo hacen a través del móvil. 

Por otro lado, la imagen que se proyecta en las redes sociales suele ser una versión idílica. «Todos somos conscientes de que el mundo real es mucho más complejo del que se muestra en las redes sociales», apunta Checa, lo que puede generar «ciertas incertidumbres». 

Además, este experto en redes sociales afirma que con la pandemia se ha potenciado el efecto burbuja. Una circunstancia que, en personas vulnerables y que acceden a ciertos contenidos sin un filtro crítico, puede tener efectos sobre su salud mental. 

Por eso, Checa destaca la importancia de formarse en el uso correcto de las redes sociales y «saber que somos nosotros mismos los que tenemos que poner el filtro a los contenidos». 

Además, advierte también de los mensajes con tonos «muy agresivos» en redes y grupos de conversación. En este sentido, apunta que se dan situaciones de acoso o incluso peleas que, en algunas ocasiones se graban y difunden por las redes. Un hecho que  aumenta el daño y la presión sobre las personas que lo sufren.