A competir un mes después

El Día
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El Logroño, que jugó su último partido el pasado 11 de septiembre, visita esta noche a un necesitado Sinfín

Jordan Bonilauri. - Foto: Juanjo Acobi / Balonmano Logroño

El pasado 11 de septiembre el Balonmano Logroño caía en el Palacio ante el Barça (21-37) y, desde entonces, los riojanos no han vuelto a competir. Casi un mes después, el equipo de Miguel Velasco regresa a las canchas y lo hace para medirse esta noche (La Albericia, 21.30 horas) a un necesitado Sinfín.

El encuentro, correspondiente a la primera jornada de esta atípica Asobal, servirá para comprobar cuál es el estado de forma del conjunto logroñés que regresó la pasada semana a la actividad después de estar diez días en aislamiento al notificarse un positivo en el entorno cercano de un jugador de la plantilla.

El cuadro logroñés, que afrontará cuatro encuentros de manera casi consecutiva (Sinfín, Cisne, Valladolid y Villa de Aranda), se planta en Santander con el objetivo de dar continuidad a la buena imagen ofrecida ante el Nava y con Jordan Bonilauri como principal atracción. 

El pivote, de 2,13 metros, ha sido la última incorporación de un Logroño que tiene muchas esperanzas depositadas en el francés que ocupará el hueco dejado por Domen Sikosek.

Miguel Velasco, técnico del Logroño, reconocía que el encuentro de esta noche no será fácil porque aunque el Sinfín ocupa las posiciones someras de la clasificación (dos puntos de diez posibles), el cuadro montañés siempre compite en sus encuentros.

De hecho, en pretemporada, en el único partido de preparación del Logroño, el Sinfín se impuso por uno. Y aunque el Barcelona pasó por encima de los montañeses el pasado fin de semana (20-33), «sus resultados han sido mucho más ajustados». «Contra el Cuenca y el Puente Genil siempre han estado en el partido mientras que con el Granollers -invicto hasta el pasado fin de semana- tuvieron la bola para empatar el partido», justifica el preparador del Logroño. «Es un equipo complicado que no lo está haciendo mal porque hay que tener en cuenta a los rivales que ha tenido», informaba.

El preparador riojano confía en que sus jugadores (toda la plantilla disponible) no noten la inactividad porque es consciente de que tras la visita a Santander, el Balonmano Logroño tendrá un calendario muy apretado.

«Además de tener en cuenta al bicho, que nos puede obligar a parar nuevamente, tenemos que esperar a ver cómo nos afectan estos cuatro partidos que jugamos casi consecutivos», se despidió el técnico segoviano.