La voluntaria de Cruz Roja La Rioja y maestra Ana Toyas trabaja en el reparto diario de comida y productos básicos a los más necesitados con medidas de prevención y “sin miedo” a contagiarse de coronavirus, con el objetivo de “no dejar a nadie atrás”.

Toyas, en un vídeo difundido este miércoles por Cruz Roja La Rioja, ha explicado cómo su día de voluntariado comienza en el almacén de esta entidad, lleno de alimentos, como pan, leche, galletas; y productos de primera necesidad, como pañales, donde recoge una hoja con las direcciones en las que debe realizar las entregas.

Una vez montada en la camioneta y acompañada por sus compañeras voluntarias, Eugenia y Andrea, se dirige a las direcciones de las casas de las personas que reclaman su ayuda, con las que no tiene ningún tipo de contacto directo.

En este vídeo, colgado en la plataforma digital YouTube, se muestra a estas tres voluntarias en su tarea de llamar a los porteros automáticos de los hogares y de dejar las cajas con comida y productos esenciales en las puertas de los domicilios.

“No sabemos quién está detrás de esas casas, ni qué situación tienen. Lo que sí sabemos es que hay mucho agradecimiento detrás de esas puertas”, ha señalado Toyas, quien ha añadido que “ahora ellos gestionan el tiempo que les duran esos alimentos y, cuando se les acaben, volverán a llamar”.

Para esta voluntaria, “la mejor forma de superar esto y conseguir que todo acabe pronto es quedándose en casa”, una tarea a la que ella contribuye con su labor en Cruz Roja La Rioja, que, en la actualidad, desempeña “la mayor movilización de recursos, capacidades y personas en sus 155 años de historia”, según ha indicado en este vídeo.

Junto a la historia de Toyas, esta ONG ha destacado en esta iniciativa que “la batalla contra la COVID-19 ha afectado a muchas personas, hay familias con necesidad de alimentos y otros productos esenciales”, pero “el voluntariado de Cruz Roja Española está al frente para no dejar a nadie atrás”.