Decir que el fútbol es un deporte de rachas y dinámicas no es descubrir América, ni mucho menos, pero es algo que a muchos aficionados se les olvida. Los buenos resultados cosechados en tiempos mejores siempre quedan enterrados tras alguna actuación fuera de tono. El presente manda, y el deporte rey no vive del pasado.

La Unión Deportiva Logroñés parece que, tras un largo letargo en un mar revuelto, por fin ha podido echar el ancla para enderezar su rumbo hacia una situación a la que podemos calificar de calma tensa.

La victoria conseguida la semana pasada ante el Tenerife ha vuelto a revitalizar a un equipo que parecía estar predestinado a un naufragio sin remedio alguno pero que, por arte de magia o de zurda de oro, seamos exactos, ha podido encauzar su camino hacia su principal objetivo: la salvación

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Con los tres puntos ante los tinerfeños, el equipo de SergioRodríguez suma tres partidos consecutivos sin perder. Un total de cinco puntos que, si bien no le han servido para poner tierra de por medio, han valido para mantener, e incluso aumentar, ligeramente su ventaja con la temida Liga Pro.

Para encontrar situación similar tenemos que atisbar en la lejanía la fecha del 7 de noviembre. En ese momento, y con la victoria ante el Cartagena (0-1), los logroñeses sumaban nueve de nueve, cuatro más que ahora. Más adelante llegarían tres triunfos más en una racha infinita de victorias que se truncó ante el Mallorca (4-0).

Curiosamente, el siguiente triunfo blanquirrojo en liga se produjo ante su próximo rival, el Mirandés. En Las Gaunas se ganó (2-1). Ahora, la UDL tiene una gran oportunidad para aumentar la racha de positivismo.

Por su parte, los de Miranda llegan al duelo tras superar hasta trece positivos por coronavirus. Eso sí, vienen de vencer en El Molinón y eso no lo puede decir todo el mundo.