Los agujeros del Barça

Diego Izco (SPC)
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El equipo empeora conforme va recuperando a los lesionados y con Robert Lewandowski señalado

Los agujeros del Barça - Foto: CATHRIN MUELLER

El 'petardazo' que pegó el Barça en Hamburgo es algo más que «un paso atrás», las tres palabras con las que Xavi definió el 1-0 favorable al Shakhtar en la jornada europea del martes. Es la 'congelación' del proyecto. Una idea que tenía la coartada de las lesiones, las novedades y hasta la altura del césped si hacía falta, pero que reventó en el clásico: un partido en el que la escuadra de Montjuïc, jugando bien, termina derrotada. 

«No vine aquí para perder así», la frase de Gündogan que todavía retumba en el vestuario, se retoma hoy después del segundo tropiezo en los tres últimos encuentros (porque el triunfo en San Sebastián todavía está por explicar): una serie del 33 por ciento de éxito después de una racha de 15 encuentros con solo uno perdido. 

En los últimos dos meses (tras el doble 5-0 a Betis y Amberes), el conjunto culé ha resuelto todos sus compromisos con victorias por la mínima (seis), empates (dos) o derrotas (dos). Nueve duelos consecutivos sin marcar más de dos goles, apenas tres porterías a cero y, sobre todo, la preocupante sensación de que el juego se atora conforme la enfermería se va vaciando.

Sequía goleadora

Lewandowski aparece en el epicentro de todas las críticas. Con el de Hamburgo, sumó su sexto compromiso consecutivo (en todas las competiciones) sin ver puerta, la segunda peor racha de su carrera… y la menos fructífera en 13 temporadas, ya que su sequía más prolongada hasta la fecha fue entre diciembre de 2010 y febrero de 2011, cuando militaba en el Borussia Dortmund, y estuvo 10 partidos sin 'mojar'.  

El ariete lleva un 2023 en el que no ha recuperado ni el juego, ni la competitividad, ni las sensaciones de su estreno como barcelonista. Entre agosto y diciembre de 2022 fue un ciclón, con 18 tantos en 19 encuentros, cifras que justificaban plenamente la inversión de 45+5 millones de euros por un jugador que tenía 34 años (a las que habría que añadir un sueldo superior a los 20 millones por temporada). Esa media del 'casi gol' por choque se ha reducido al 'casi medio gol' este año, en el que ha jugado 40 partidos con el Barça y ha sumado 21 dianas. 

La primera mitad de los de Xavi ante el Shakhtar fue penosa: es la séptima vez desde que el técnico llegó al banquillo en la que el equipo no dispara ni una sola vez entre los tres palos en este período… pero en Alemania, agravado porque apenas se registraron cinco acciones dentro del área ucraniana. De alguna forma, el equipo ha olvidado cómo activar a Lewandowski, uno de los mejores 'nueves' en la historia del fútbol moderno que cada vez envía más señales de vivir en el ocaso de su carrera. 

Tras ser presentado como director deportivo, Deco habló claro sobre el futuro de Lewandowski: «Tendremos que reunirnos para tomar una decisión, porque en ningún caso queremos que salga con la carta de libertad». Tiene contrato hasta junio de 2026. Los millones de Arabia y la llegada de Vitor Roque   podrían ser una operación francamente positiva para el equipo si no levanta el vuelo. 

Podría ser peor...

Lo que sucedió en Champions pudo ser infinitamente peor de no ser por dos futbolistas (Ter Stegen y Ronald Araújo) que están sosteniendo al equipo. El liderazgo de Frenkie de Jong en el centro del campo ha sido un hueco demasiado grande que no han sabido llenar Gündogan (recién llegado), Oriol Romeu (sin el nivel deseado) o Gavi (inexperto en el puesto). Ese vacío arroja como resultado un fútbol plano y desesperante, en el que ni siquiera la irrupción de Pedri -que cometió algún error grosero- ha aportado alegría, velocidad o recursos. 

Hoy, toda la ilusión de hace dos meses se ha ido por el sumidero. Los 'Joaos' se parecen peligrosamente a los bultos sospechosos que marcaron con una 'equis' Simeone (Félix) y Guardiola (Cancelo), el globo de Lamine Yamal se va desinflando porque no se puede colgar la responsabilidad de dinamitar y arreglar los partidos sobre un niño, los números de Ferrán Torres se van congelando y regresando a la incómoda rutina… y en estos momentos el aficionado medio no sabe a qué agarrarse. Xavi tiene trabajo. El duelo de este domingo ante el Alavés, previo al parón, debería servir para calmar las aguas y abrir una profunda reflexión.