La Rioja opta a un premio europe de protección ambiental

Feli Agustín
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Lo desarrollan 4 socios y utiliza soluciones naturales para la mejorar la producción hortícola y luchar contra el cambio climático sin el empleo de productos químicos

Un grupo de personas, en un campo de micorrizas en Nalda. - Foto: El Colletero

El equipo de innovación Micorrizas: Cultivo y aplicación de micorriza autóctona para producción hortícola en La Rioja deberá competir con un proyecto murciano para convertirse en uno de los candidatos españoles a los Premios de inspiración agraria y rural ARIA 2023, que otorga la Red Europea de la PAC, organismo que coordina todas las redes nacionales de desarrollo rural del continente.

Esta entidad está valorando este mes todos los proyectos presentados en los distintos países para seleccionar los finalistas y premiar así las buenas prácticas agrarias.

El proyecto riojano, que compite dentro de la categoría Protección del medio ambiente, ha utilizado soluciones naturales para mejorar la producción hortícola y luchar contra el cambio climático, reduciendo al 0% el uso de productos químicos, con el objetivo de que pueda también aplicarse en otras zonas rurales.

Así lo explica Javier Sáenz de Cabezón, coordinador de un proyecto fruto de la simbiosis de cuatro socios -el agricultor Gabriel Fabón (Tomateco), las empresa de asesoría agrícola AgroVIDAR y de biotecnología ambiental  Clean-Biotec y la asociación El Colletero de Nalda- y que ha  supuesto una inversión de 235.000 euros, cofinanciados al 80% por la Unión Europea a través de fondos FEADER, el Ministerio de Agricultura y el Gobierno de La Rioja.

«El proyecto ha sido ejecutado por un grupo de innovación, aspecto en el que quiere incidir la Unión Europea», explica el director del proyecto de micorrizas, que informa de que la prioridad es la lucha contra el cambio climático desde la agricultura. Para ello, se ideó una herramienta que, además de trabajar para la consecución de dicho fin, sea «atractiva» para los agricultores, de tal manera que se diseñó una método de cultivo de las micorrizas [relación entre un hongo  y una planta  a través de la raíz, que beneficia a ambos ]para aplicarse después a la siembra de productos hortofrutícolas.

Simbiosis. «Extraemos las micorrizas, que viven en las raíces de manera natural, y las cultivamos junto a las plantas para que en un periodo de tres o cuatro meses el suelo esté lleno de sus esporas», explica Sáez de Cabezón, que añade que esas esporas se introducen después en los sembrados para que realicen la simbiosis con vegetales, colaborando así en el aumento de la producción.

«Tiene dos vertientes, la agronómica y la medioambiental», explica el coordinador del proyecto, que argumenta que las micorrizas ayudan a la lucha contra el cambio climático por su capacidad para la absorción de carbono.

«Estos hongos son los únicos que producen glomalina que, además de incorporar mucho carbono, produce considerables beneficios a los suelos, como aumentar su fertilidad. De hecho, añade, gracias a estas micorriza las plantas pudieron «colonizar al suelo» hace 450 millones de años.

El premio supondrá un reconocimiento a los programas de innovación en el medio rural, además de la divulgación del proyecto, que se llevó a cabo en Nalda y Albelda.

En la actualidad se sigue trabajando en él y El Colletero realiza cursos del cultivo de micorrizas, al igual que Clean Biotec investiga esta simbiosis de hongo y planta.

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