Los romanos toman Logroño

Ana Torrecillas
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La Asociación de Belenistas de La Rioja se hace con el primer premio del Concurso de Carrozas.Los participantes pusieron color y música a unas calles llenas de público muy familiar

Imagen del barco romano de la Asociación de Belenistas de La Rioja, ganadora del concurso de carrozas. - Foto: Óscar Solorzano

Las calles de Logroño vibraron de nuevo con el desfile de Carrozas de San Mateo. Tras dos años suspendido por la pandemia, el paso de las carriolas regresó con más color, magia e ilusión que nunca.

La temática de este año era libre. Por ello,  la Asociación de Belenistas de La Rioja dejó volar su imaginación y creó la maravilla que nos devolvió al pasado más romano de Logroño. Con un barco desde que un emperador y sus vestales repartían serpentina a izquierda y derecha, los belenistas consiguieron alzarse con el primer premio valorado en 2.000 euros.

Roma tomó Logroño y sus ciudadanos se rindieron a la alegría del dios del vino envuelto en sedas y escoltado por sus soldados. 

El segundo premio, de 750 euros, se lo llevaron los de la Peña La Rioja. Este año celebran su 40 aniversario así que su carroza homenajeaba al pasado al presenta de una peña imprescindible en la ciudad. 

Las fotografías de sus peñistas, recuerdos de otros momentos en los que la peña era más numerosa, instantáneas que aludían a celebraciones y antiguos días de fiestas de  otros 'sanmateos' adornaban la carroza que cargaba, además, con viñas y uvas de cartulina.

Los terceros premiados fueron la Peña Aster cuya  fuente del vino se llevó 25 euros, aunque de dicha  fuente brotara agua en vez del preciado líquido rojo.

El jurado, integrado por concejales del Ayuntamiento de Logroño, de la Escuela de Diseño de La Rioja y de la  Asociación de la Prensa de La Rioja, no lo tuvo nada fácil. 

Se había basado en la originalidad de los diseños, en la utilización de materiales reciclados  y en los detalles que evocaban emociones y sensaciones. Junto a él, miembros de la Corporación Municipal capitaneados con el alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, y el consejero de Hacienda, Celso González, en representación del Gobierno de La Rioja, presenciaron el desfile.

Hermoso no quiso dejar pasar la ocasión de dedicar el desfile a los trabajadores del parque de servicio de la ciudad «por su labor para que  todos los actos de las fiestas transcurran correctamente», así como a los agentes de la Policía Local y miembros de Protección Civil.

Todos ellos trabajan sin descanso para que actos como el que la ciudad vivió ayer, sean un éxito.

Los logroñeses respondieron de sobra a la llamada municipal de uno de los actos más entrañables de la ciudad. En total, participaron hasta siete carrozas. Junto a los ganadores, pasearon por las calles de Logroño las carrozas de las peñas Logroño y de la Federación de Peñas, además de la del Gobierno de La Rioja, del Ayuntamiento de Logroño y el de Haro.

Éste último, por cierto, se reivindicó desde su carromato como la 'capital del vino' con un carroza repleta de cubas, retorcidas viñas y manos de vendimiadores de cartón. 

El vino, las viñas y las cubas fueron los protagonistas de los carromatos. En el desfile de ayer, participaron también otros 23 grupos  entre peñas, carrozas y grupos folclóricos como Aire de La Rioja, Grupo Contradanza,  los voluntarios de Logroño y, como no, la Agrupación Banda de Música de Logroño. 

Pero, sin duda, quienes pusieron la banda sonora a este desfile fueron las charangas de las peñas.  Sus canciones de fiestas las bailaban los peñistas, grandes y pequeños, y hasta el público congregado que no podía evitar seguir el ritmo.

Volver a las calles. David, de cinco años ocupaba la primera fila  junto con su familia, en Vara de Rey. No podía apartar los ojos de los enormes gigantes que aguardaban la señal para abrir la comitiva del desfile. «Ha venido solo para verlos a ellos», aseguraba su madre que recuerda que la última vez que el desfile salió a las calles de Logroño, David no tenía más de tres años. «No me acuerdo de cómo era», dice sonriente. 

Y es que la comparsa de Gigantes y Cabezudos con Logroño Gaita y Tambor encabezaba la comitiva que  partió a las 20.30 horas desde avenida de Solidaridad y continuó por Vara de Rey, Muro del Carmen, Muro de Cervantes, Avenida de la Paz y Padre Claret, donde finalizó.

En las calles no cabía ni un alfiler. Miles de personas no quiseron perderse detalle del desfile. 

Con móviles en mano, atrapaban los instantes del paso de la comitiva con sus cámaras de última generación, por si pasaban otros dos años más hasta volver a vivir un momento como aquel. 

Balcones y ventanas de los edificios de Muro de La Mata, Vara de Rey, Avenida de Solidaridad y Avenida de La Paz se convirtieron en improvisados palcos desde donde atisbar el paso de las carrozas desde la lejanía pero más comodidad.

Muchos de los niños que ayer por la tarde aplaudían emocionados al paso de las carrozas, no habían nacido la última vez en que se celebró el anterior desfile, aquel lejano 2019 donde nadie podía adivinar que las fiestas de San Mateo se verían sumidas en un obligado silencio.