Ascel ve La Rioja con capacidad elevada para acoger más lobos

R. Muro
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a Asociación de referencia para la defensa del cánido señala el Sistema Ibérico y las fronteras montañosas con Burgos y Álava como zonas aptas para su expansión

Un rebaño recorre los montes de Ventrosa - Foto: Óscar Solorzano

La Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico, organización de referencia en España para la defensa del cánido, aprecia «una elevadísima potencialidad ecológica» en el ámbito de la Comunidad autónoma «para albergar lobos en buena parte de su territorio». Y en concreto, se refiere en su informe, que fue remitido a finales de febrero como alegación al Plan de Gestión del Lobo del Ejecutivo regional, al Sistema Ibérico y a las montañas fronterizas con Burgos y Álava. De hecho, según los datos plasmados en el documento, el territorio riojano «está ocupado actualmente por 3 o 4 grupos familiares» de lobo, lo que «supone entre 6 y 8 adultos reproductores». Unos datos que arrojan una densidad de un grupo por cada 1.261 kilómetros cuadrados, «una ocupación ridícula y vergonzante», teniendo en cuenta, a juicio de Ascel, que La Rioja dispone 5.405 kilómetros cuadrados y un promedio de 63 personas por kilómetro cuadrado «aunque la mayoría concentrada en el valle del Ebro». 

Se trata, siempre en base a la argumentación expuesta por la Asociación, de «una de las densidades de presencia de lobo más bajas de nuestras latitudes, ni siquiera equiparable a la de los ecosistemas boreales del hemisferio norte».

Es más, la Asociación, en sus alegaciones, asegura que el 69% del territorio riojano, dividido en cuadrículas UTM, sería susceptible de acoger al lobo.

Subordinación de un bien público. El informe, redactado de forma dura y contundente, se refiere también a la ganadería extensiva, y en concreto a «los ganaderos que han de adaptarse, como todos los ciudadanos, a unas normas que están para cumplirlas, y proteger adecuadamente al ganado siendo como son subvencionados por la Política Agraria Común (PAC)». No le duelen prendas a la Asociación para la Conservación del Lobo para dirigirse al sector ganadero como a «unos votantes que son incapaces de gestionar su actividad y manejar sus bienes, aún a pesar de recibir incontable dinero público». 

Por otro lado, descarta Ascel, y así se lo hace saber al Ejecutivo riojano en sus alegaciones, que «no se puede subordinar un bien público como la biodiversidad a algún ganado (bien privado) usualmente abandonado y maltratado».

La Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico aporta también datos relativos a la ganadería extensiva de la Comunidad autónoma en su intento de avalar que el cánido no es el responsable de la pérdida de cabaña ganadera en el ámbito de la Comunidad autónoma riojana.

De esta forma, el estudio concreta que la región «experimenta un declive progresivo» pasando de 200.000 cabezas de ovino y caprino a 69.799 entre el año 1995 y la actualidad. Dicho de otra forma, pasa de una densidad de 40 reses por kilómetro cuadrado a 14 en algo menos de tres décadas.De la misma forma, pasa de 665 explotaciones ganaderas a 189 en un periodo en el que mayoritariamente se permitía la caza del lobo a razón de un ejemplar al año de media. Con estos datos sobre la mesa, el informe concluye que «no está justificado que matar lobos contribuya a la viabilidad de la ganadería».

Por otro lado, las alegaciones, redactadas incluso en modo insultante, cuestionan los datos del Gobierno regional plasmados en el Plan en relación a la conservación a largo plazo. En este sentido, Ascel considera que el futuro reproductor del lobo en La Rioja depende de entre 6 y 8 adultos reproductores, «muy lejos del rango 18-38 que asume el Gobierno regional».

Con todo, la Asociación para la Conservación del Lobo solicita la retirada de «la propuesta en forma de Plan de Gestión» ya que «no dispone de encaje legal». 

Ascel alude repetidas veces en su documento que «el lobo no necesita que s ele gestione, solo que se le proteja». Y en este sentido, reclama también la Asociación de referencia en España para la defensa del cánido que «se inicie d eoficio por parte d ela consejería de Sostenibilidad, la inclusión del lobo en el Catálogo Riojano de Especies Amenazadas». 

Luz verde al decreto que protege el ganado y aboga  por la expansión del cánido

El Plan para la Gestión del Lobo y su coexistencia con la ganadería extensiva recibe hoy, salvo matices de última hora, el visto bueno del Consejo de Gobierno de La Rioja. El documento, que verá la luz en forma de decreto, integra numerosas alegaciones presentadas a lo largo de su periodo de exposición pública, pero, en principio, rechaza otras, como la integración del cánido en el Catálogo de Riojano de Especies Amenazadas bajo la argumentación de que «el lobo no está actualmente en retroceso». 

De hecho, el documento aboga por la expansión del cánido en el ámbito de la Comunidad autónoma de La Rioja estableciendo siempre su convivencia con el ganado extensivo y la protección de ambos, en una suerte de equilibrio que se presenta complicada.

Ganaderos y defensores del lobo chocan frontalmente entre intereses de unos y otros. En medio, la administración autonómica competente para legislar.

Los datos, a falta de conocer el cierre del pasado ejercicio 2022, hablan de 1.390 ataques de lobo a ganado con daños en un total de 3.550 cabezas de ganado entre 2011 y 2021, cerca de 400 de ellos se produjeron a lo largo de 2021 y otros 321 hasta junio del pasado ejercicio, según los datos que maneja el sindicato agrario UPA.

En cualquier caso, el Gobierno de La Rioja entiende que tanto la ganadería extensiva como el lobo son importantes «para nuestra tierra y ambos deben coexistir». 

Desde septiembre de 2021 el lobo es considerado en España como una especie protegida y está integrado en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

A lo largo de la legislatura, y en especial de los últimos meses, La Rioja ha puesto en marcha proyectos como el uso de repelentes  químicos que persiguen ahuyentar al cánido de zonas próximas al ganado. El sistema de aversión, que genera olor en las presas o en las zonas donde pastan, se puso en marcha en las 7 Villas en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El Gobierno regional constata la presencia de hasta cuatro manadas en La Rioja, una de ellas compartida con Castilla y León, y la posibilidad de 'lobos anárquicos' que hayan podido emprender su viaje en solitario.