Haro amaneció este martes totalmente conmocionada por la terrible noticia del atropello en el aparcamiento del centro de salud de la ciudad, que se saldó con la muerte del conductor de ambulancias, Manuel Montoya Ruiz, de 32 años, y dejó cinco heridos más de diversa consideración.
Los compañeros y compañeras del centro de salud de Manuel no se explicaban esta tragedia. Lágrimas, impotencia, rabia y lazos negros en pancartas se mezclaban durante la concentración, celebrada ayer al mediodía en el exterior del centro sanitario, y en la que estuvieron respaldados por un nutrido grupo de vecinos y vecinas de la localidad para hacer patente su rechazo a lo sucedido y arropar y dar cariño al personal sanitario en estos fatídicos momentos de dolor.
El municipio ha declarado dodías de luto oficial y ha suspendido la agenda oficial, incluido el pleno municipalque se iba a celebrar este miércoles 6 de septiembre.Estos días, las banderas ondearán a medida asta y la corporación municipal tiene previsto reunirse para decidir qué hacer con las fiestas de la Vega, que arrancan este jueves.
En declaraciones a los medios de comunicación, la alcaldesa de Haro, Guadalupe Fernández, lamentaba enormente los hechos. «Haro es una ciudad tranquila, pero nadie está exento de que estos trágicos sucesos nos ocurran en algún momento, así que todavía estamos asimilando la tristeza del suceso. Tenemos que ser cautos con las declaraciones y dejar hacer su trabajo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que se aclaren los hechos», afirmaba.
La propia Fernández vivió de cerca el fatal atropello masivo ya que reside apenas a 50 metros del centro de salud. « El atropello sucedió sobre las 22,25 horas del lunes y yo estaba aquí en diez minutos porque vivo a 50 metros», revive.
Recuerda los momentos de caos inmediatamente después de que el coche se abalanzara a gran velocidad sobre los sanitarios que se encontraban en el aparcamiento y cómo los trabajadores del centro de salud se volcaron para atender a los heridos. «Los trabajadores están muy afectados. Son unos grandes profesionales que atendieron en todo momento a sus compañeros y heridos. Fueron momentos críticos y de mucho dolor e hicieron una labor espectacular», destaca.
También se mostraba muy afectada Toñi Morales, enfermera jubilada a finales del año pasado del centro de salud jarrero. «Ha sido tremendo. Lo que ha pasado no tiene justificación de ninguna clase. Estamos todos muy mal. Yo no he dormido nada en toda la noche. He estado mirando constantemente las noticias para ver qué decían y me he venido a la concentración».
Toñi pone el acento en la profesionalidad del centro de salud de Haro «en el que se presta un servicio muy bueno y de calidad y no debería de haber pasado esto».
«Estamos destrozados, consternados. estamos viviendo algo que nunca te imaginas que puedes llegar a vivir. Ha sido un golpe muy duro», apunta Lidia Montenegro, directora médica del centro de salud de Haro y que el fatídico lunes por la noche estaba de guardia. También muy afectada como todos los trabajadores del centro de salud jarrero, rememora lo ocurrido para asegurar que «la situación fue dantesca. Vino muchísima gente a ayudarnos y compañeros que no estaban trabajando y que hicieron una labor excepcional que quiero agradecer. Hicimos todo lo que pudimos y desgraciadamente una de las personas falleció. Era un chaval joven, estupendo, con toda la vida por delante que alguien se ha llevado».
Reacciones. A las reacciones del Ayuntamiento de Haro y del personal de centro de salud de la localidad, foco de todas las miradas, se unieron ayer las llegadas desde el ámbito sanitario regional. Todas las voces mostraron en sus comunicados sus condolencias por el fallecimiento del técnico sanitario y trasladaron su pésame a familiares y amigos, deseando la pronta recuperación de los heridos.
Desde las organizaciones sindicales, CSIF, del que el fallecido era delegado, envío todo su apoyo a la familia del fallecido y a todos los heridos y trabajadores , poniendo a su disposición todos los servicios del sindicato
STAR indicó que «esta noticia nos ha dejado conmocionados a todos los que trabajamos en la Sanidad Pública de La Rioja» y trasladaron«toda nuestra solidaridad con los compañeros de los servicios de ambulancias y 061, ofreciéndoles todo el apoyo en estos momentos».
UGT Servicios Públicos La Rioja condenó igualmente el atropello masivo sucedido en el centro de salud de Haro, al tiempo que reclamó «más seguridad para todas las personas trabajadoras de la Sanidad que sufren desde hace años ataques contra su integridad física».
Por su parte, el Colegio Oficial de Médicos de La Rioja agradeció «la rapidez de los efectivos sanitarios del propio centro, que han permanecido en sus puestos durante todo el tiempo que ha sido necesario, así como al personal de los centros del entorno que se personó en el lugar del suceso para reforzar la asistencia sanitaria».
Para el Sindicato Médico de La Rioja, el atropello «es un triste recordatorio de los riesgos a los que nos enfrentamos los profesionales sanitarios en nuestra línea de deber» y exigieron a las autoridades «que tomen las medidas oportunas de seguridad y protección a todos los trabajadores de la salud en el desarrollo de sus funciones».
El sindicato de Enfermería, SATSE La Rioja, condenó en un comunicado «enérgicamente» el atropello en el que perdió la vida el joven técnico sanitario y remarcó que es «un suceso que nos llena de dolor, incredulidad, rabia, tristeza, impotencia e incluso miedo».