"La final del cuatro y medio fue el partido que más disfruté"

David Hernando Rioja
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Este riojano empezó como juez profesional en el 2019 y ha arbitrado en el País Vasco o Castilla y León

El juez de pelota Daniel Rey, antes de empezar un partido - Foto: Óscar Solorzano

La pelota como pasión. Así lo cuenta el juez riojano de pelota, Daniel Rey, que empezó en este mundo desde que era un niño pequeño, cuando su padre le llevaba al frontón. «Me apunté a la escuela municipal de Castroviejo, donde hice mucha afición a este deporte y  muchos amigos. Llevo jugando desde los cinco años aunque ahora solo lo hago con  pelota blanda y mixta».

Recuerda que su andadura como juez empezó cuando se sacó la titulación en el año 2010, tiempo en el que arbitraba partidos de aficionados a la vez que jugaba partidos con pelota dura. Aunque el salto de calidad llegó en el año 2019, cuando la Liga de Empresas de Pelota Profesional sacó una convocatoria porque «necesitaban jueces y llevo ahí desde entonces».

«Me siento un afortunado de disfrutar la pelota desde los dos lados, tanto de jugador como de árbitro», subraya. Arbitrar, añade, es otra forma de pasárselo bien aunque «yo siempre prefiero jugar». 

Rey, junto con los otros tres jueces más de pelota mano que hay en La Rioja, suele pitar partidos que se disputan en frontones de la misma región. Aunque también han tenido que trasladarse a otras comunidades autónomas, como Castilla y León, Navarra y el País Vasco, en concreto, a Eibar y Tolosa. 

Este riojano ha arbitrado muchos partidos de pelotaris profesionales en este tiempo, pero este año tuvo una gran oportunidad. Fue uno de los árbitros presentes en la final del cuatro y medio que ganó Joseba Ezkurdia contra Jokin Altuna 22-21. «Ese partido fue el día que más he disfrutado de la pelota en toda mi vida», afirma Rey.

Destaca que fue una final «increíble» en la que «el ambiente en el frontón de Bilbao fue espectacular, al igual que estar tan cerca de los dos pelotaris». «Que fuera una final tan perfecta fue el clímax a mi vida como aficionado a la pelota».

Por otro lado, Rey asegura que ser juez de un partido de pelota no es fácil. Suele ser un deporte rápido, en el que hay que estar atento a muchos aspectos del juego para arbitrar de una forma justa e igualitaria. Cuenta que las jugadas más complicadas de arbitrar son en las que las pelotas dan dos botes. «La pelota puede quedar corta y hacer dos botes muy rápido, y si además, se cruza un pelotari delante y no lo ves, lo dificulta más», explica.

Otra jugada que resulta difícil es la apertura a la contracancha, ya que «igual no las puedes ver y tienes que fiarte de tu compañero».

Después de varios años como juez, Rey ha vivido momentos de todo tipo dentro de los frontones, como cuando una vez se dio cuenta antes de arbitrar de que se había dejado las zapatillas y tuvo que volver a por ellas, o como cuando una persona que había apostado bastante dinero le dijo durante el encuentro que si hubiera pitado otra cosa, se hubiera llevado el dinero.