El ERE de Garnica se cierra con un máximo de 26 salidas

Feli Agustín
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Una decena dejarán la firma de manera voluntaria;tendrán prioridad si son necesarias incorporaciones

Oficinas centrales de Garnica, en el parque San Miguel de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

Con un máximo de 26 salidas, frente a las 45 propuestas por la empresa, el comité y la dirección de Garnica llegaron ayer un acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la compañía maderera presentó el 6 de septiembre para las oficinas centrales del grupo en Logroño, que emplea a 113 trabajadores.

«Lo hemos ajustado al máximo posible;con la caída de ventas no había mayor margen posible», relata Javier García,  secretario de organización de Comisiones Obreras del Hábitat, que considera que, dentro de los aspectos negativos inherentes a un ERE,  la solución es positiva.

García, que confía en que la cifra máxima pueda incluso rebajarse ligeramente, «a ver si podemos librar alguna más», resalta que una decena de las renuncias serán con carácter voluntario, lo que limita el daño causado. El grueso de las salidas se producirá durante el mes de octubre, plazo que podrá ampliarse a los empleados en situación de incapacidad temporal o si la antigüedad en la compañía es menor de 90 días.

La resolución del conflicto no elimina ninguno de los nueve departamentos existentes, entre los que figuran calidad, recursos humanos, compras, administración, I+D o finanzas, y prevé que si es necesario realizar incorporaciones, tendrán prioridad los trabajadores que se ven obligados a dejar la empresa.

El acuerdo de ayer completa el pacto alcanzado el lunes pasado sobre la cuantía económica de las indemnizaciones que percibirán todos los trabajadores que abandonen la empresa, tanto voluntarios como forzosos. Serán 33 días con un máximo de 24 mensualidades, una suma que también es contemplada con agrado por los representantes de los trabajadores de la firma de contrachapado.

«No ha sido un acuerdo fácil», afirma el responsable de CCCO, que agradece la actitud «proactiva» en la negociación por ambas partes para obtener una solución satisfactoria. 

García confía en que este expediente ponga fin a nuevos ajustes de personal a corto o medio plazo, aunque constata la incertidumbre que sigue planeando sobre la economía mundial, una inestabilidad que afecta de manera significativa a una empresa que exporta alrededor del 90% de su producción.

En manos del fondo inversor Carlyle, propietario también de Bodegas Bilbaínas, Garnica cuenta con tres plantas en La Rioja,  que deberán ajustar los turnos de producción, lo que conllevará la eliminación de los de fin de semana en las dos de Baños y parte de la de Fuenmayor. Cuenta además con otras dos fábricas en España, Valencia de Don Juan en León y Maderas de Llodio, dos en Francia y la recién adquirida en la ciudad uruguaya de Treinta y Tres.