El proyecto 'Red de Tierras', impulsado por el Gobierno de La Rioja a través de la consejería de Agricultura, ha logrado impulsar hasta quince parcelas en suelo agrario infrautilizado o abandonado en los valles del Oja y del Iregua. Unas parcelas que se han puesto en cultivo con variedades autóctonas. Durante el día de ayer se desarrolló en la Bodega Institucional de La Grajera la jornada técnica 'Experiencias de Gestión y Banco de Tierras', en el transcurso de la cual se pusieron sobre la mesa proyecto similares puestos en marcha en diferentes comunidades autónomas además de exponer los resultados del proyecto piloto 'Acceso a la tierra. Red de Tierras' de La Rioja.
La iniciativa, enmarcada en La Estrategia Regional ante el Reto Demográfico y la Despoblación, «quiere ofrecer nuevos espacios cultivables y favorecer procesos de llegada al medio rural vinculados a la actividad agraria», tal y como detalló Eva Hita. La consejera de Agricultura, Ganadería, Medio Rural, Territorio y Población señaló también que, de esta forma, «abordamos por primera vez en el ámbito de la Comunidad autónoma, el impulso necesario para la creación de un Banco de Tierras como instrumento de intermediación para la recuperación y prevención del abandono de terrenos con potencial agronómico».
Así, la iniciativa se enmarcado en una primera fase en los valles del Oja y del Iregua. En concreto en los municipios de Santurde, Santurdejo, Ojacastro, Excaray, Zorraquín y Valgañón, en el Oja, y en Torrecilla en Cameros, Nestares y Viguera en el caso del valle del Iregua. Solo en estas dos zonas, en base a los datos expuestos por Hita, el 7% del territorio de La Rioja, «existen 290 hectáreas con 1.716 recintos agrícolas infrautilizados, excluyendo pastos, y que tienen capacidad para poder ser puestas nuevamente en cultivo». De hecho, quince nuevos productores ya han alcanzado acuerdos con los propietarios de los terrenos para cultivar una parte de las fincas.
De esta forma, de las parcelas cultivadas, cuatro se ubican en Santude; diez en Ojacastro; y una en Torrecilla. En este sentido, y remarcando otro de los objetivos del proyecto, los cultivos se identifican con las variedades autóctonas manzana del valle del Oja, cuco fino de Torrecilla y con la Denominación de Origen Nuez de Pedroso y caparrón pinto de Santurde.