Agente de viajes, oficio que sigue en pie en plena era digital

El Día
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Tras décadas organizando viajes y socia desde hace diez años de Euro Rioja, la agente Nuria Ruiz cree que su profesión sigue viva «aunque tiene que especializarse»

Nuria Ruiz. - Foto: Óscar Solorzano

Sus estudios (Turismo) la llevaron al mundo de los viajes, donde aterrizó hace tres décadas. Nuria Ruiz (Entrena, 1967) lleva más de un cuarto de siglo organizando los sueños, viajeros, de muchos riojanos. Comenzó su periplo en Viajes TEP y, desde hace dos lustros, es socia de Euro Rioja, agencia especializada.

Nuria habla de su oficio y lo hace sin pesimismo y eso que la digitalización lleva años blandiendo la espada de Damocles sobre esta profesión. «La lógica invita a pensar que este oficio va a desaparecer pero aquí (en las oficinas de Portales) trabajamos siete». «Tan pronto no va a desaparecer», amonesta.

Tiene claro que las agencias de viajes siguen «vivas» aunque la digitalización obliga al sector a «especializarse». Internet ha puesto contra las cuerdas a las agencias aunque hay un nicho de mercado inalcanzable para las nuevas tecnologías. «Las empresas confían en nosotros porque necesitan seguridad. Los grupos también recurren a nosotros porque on line no es fácil organizar a muchas personas», explica. Y, por supuesto, los «viajes de novios» siguen realizándose a la antigua usanza. «El que hace un gran viaje quiere seguridad y comodidad», informa.

Tras más de un cuarto de siglo en el oficio, está convencida de que el primer viaje que vendió fue «a Benidorm» aunque esta práctica tan habitual en los ochenta ha cambiado.«Ahora se opta por destinos de largo radio, con acompañamiento. Son viajes en los que la gente no quiere pensar», agrega.

Para muchos viajar es un lujo,y esta agente tiene que asumir que «barato no es». «Pero intentamos encontrar destinos económicos. Fácil no es porque ha subido todo», acota.

Nuria ha tenido que esperar a la cincuentena para poder «viajar tanto como deseo». Al principio, las obligaciones familiares se lo impedían. Ahora, aligerado el peso de esa mochila (aunque ella, por si hubiera dudas, es de maleta) sueña con poder visitar «Australia o Alaska». Ese es el viaje de su vida que aún no ha emprendido.