Las tormentas no dan tregua. Cuando los efectos de las trombas de agua de días atrás aún eran evidentes en viñas y fincas con otros cultivos parcialmente anegadas, el agua, las fuertes rachas de viento y el granizado volvieron a azotar con fuerza algunas zonas de la región, como en La Rioja Baja y en el Valle de Ocón.

Avanzada ya la tarde de este domingo, una tormenta intensa se cebaba con rincones de la Comunidad como Arnedo, donde el granizo cayó con fuerza poco antes de las 20 horas, acompañado de agua y de viento fuerte. Según explicaron vecinos de la localidad, el episodio no duró mucho tiempo, pero descargó con mucha violencia. Algunos granizos alcanzaron un tamaño considerable y causaron daños en algunos cultivos, como los olivos, algunos de los cuales quedaron con las aceitunas tiradas por el suelo debido al impacto de las bolas de hielo. La granizada duró apenas dos o tres minutos y a continuación un cielo con nubarrones negros descargó gran cantidad de agua. Pasada la lluvia y el vendaval, desde la ciudad del calzado era apreciable una espectacular tormenta con aparato eléctrico.

El granizo también hizo acto de presencia en otras localidades de la comarca, como en Bergasa, aunque al parecer el impacto del pedrisco fue menor que en Arnedo y cayó entremezclado con agua, lo que atenúa el daño sobre la viña. Otra de las localidades donde la tormenta llegó acompañada de granizo es Cornago, que vio afectadas sus fiestas.

Algo similar ocurrió en el Valle de Ocón, donde ya entrada la noche granizaba y arruinaba también el fin de fiestas en la localidad de Aldealobos. En otros lugares, fue la fuerte lluvia la que anegó campos y calles.

Las precipitaciones fueron especialmente intensas en Cervera del Río Alhama, donde la estación meteorológica del Gobierno de La Rioja recogió ayer 29 litros de agua por metro cuadrado. También descargó con fuerza en Aguilar, con casi 24 litros. Logroño registró 11,5 litros durante al madrugada. La región sigue este lunes en alerta amarilla por lluvias y tormentas.