Logroño invertirá 17 millones en crear una red de balsas

Feli Agustín
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El Ayuntamiento incluirá una partida en los presupuestos de 2024 para el proyecto de un colector que discurrirá de oeste a este por el sur de la circunvalación? y que recogerá el agua que, a su vez, se reinyectará en la red de saneamiento municipal

Inundación frente a Las Gaunas en una imagen de archivo - Foto: Óscar Solorzano

Con el doble objetivo de evitar inundaciones en la zona sur de Logroño y poder reutilizar el agua de lluvia para el riego de parques y jardines y la limpieza viaria, el equipo de Gobierno local ha diseñado una mapa de actuaciones que contempla, como medida más llamativa, la construcción de varias balsas en distintos emplazamientos de la capital hasta donde se canalizarán los caudales en momento de precipitaciones y grandes trombas. 

Con esta actuación, que se engloba dentro de la estrategia Logroño Ciudad Circular, el gabinete de Conrado Escobar va a retomar un proyecto para la integración hidrológica y ambiental de la zona sur de Logroño, que ya contó  con una propuesta elaborada en 2019 por la firma Nolter, encaminado a evitar las inundaciones que sufre esta área en momentos de lluvias torrenciales. 

Así lo relata el concejal de Medio Ambiente, Jesús Alonso, que informa de que los presupuestos de 2024 recogerán una partida para la contratación de una asistencia técnica, esto es, un asesor externo, que defina las principales actuaciones a realizar para, con sus conclusiones, elaborar un proyecto que conduzca a la licitación de la obra. 

La actuación, que según los cálculos del responsable municipal  se prolongará durante 20 meses, supondrá una «elevada» inversión, habida cuenta de que el proyecto de hace cuatro años ya preveía una inyección económica de 17 millones de euros.

En resumen, y según explica el responsable municipal de Medio Ambiente, se trata de la construcción de un colector de aguas pluviales que recoja las aguas de lluvia de toda la zona sur de Logroño en momentos de fuertes tormentas y que transcurrirá desde las inmediaciones de las viviendas de Toyo Ito hasta la desembocadura del río Iregua, en las cercanías de la depuradora de aguas residuales.

Se trata de una infraestructura  que atraviesa Logroño de oeste a este por la parte sur de la circunvalación y que recogerá el agua que ahora se dirige a las alcantarillas para canalizarla hacia cuatro o cinco balsas -de una profundidad de medio metro, aunque de gran extensión-, cuya ubicación aún no se ha determinado [el proyecto de 2019 contemplaba cuatro], «evitando que estas aguas lleguen a los colectores, los colmaten, y provoquen inundaciones en la zona sur de la ciudad». 

Esta agua, como se contempla  en uno de los objetivos de gobierno, Logroño ciudad circular, se aprovechará para reinyectarla a la red de riego para utilizarla en parques y jardines, así como el baldeo de calles.

tanques subterráneos. El edil de Medio Ambiente menciona, para justificar esta obra, la existencia de sendos depósitos subterráneos en la circunvalación, que recogen el agua de lluvia, e intentan «frenar» la acumulación en las redes de saneamiento, que «cuando se llenan, desbordan las alcantarillas y provocan inundaciones».  En este momento, estos tanques resultan insuficientes cuando se producen fuertes tormentas, un problema que se ha acrecentado con la trinchera del ferrocarril, lo que provoca que la red de alcantarillado de la zona sur «se queda muy justa», y «al menos una vez al año, cuando caen fuertes trombas, se provocan inundaciones». 

Al respecto recuerda lo sucedido en junio,  cuando las fuertes tormentas provocaran múltiples incidentes, el colapso de diferentes carreteras, incluida la circunvalación, e importantes acumulaciones de agua en diferentes calles de la capital, que provocaron inundaciones  en la zona sur.

EStaciones. Dentro de esta estrategia de «circularidad», López recuerda que la estación de autobuses cuenta con un depósito subterráneo para almacenar agua de lluvia y de filtraciones tras el riego  de la cubierta, tanto de la estación de tren como de autobús. «Esta agua se aprovecha para el riego de la cubierta vegetal de las dos estaciones, y la sobrante se inyecta en la red», informa el responsable de Medio Ambiente, que señala que en el nuevo Parque del Camino contará con dos balsas para la recogida de excedentes en momentos de la acequia que viene desde la Grajera. «Logroño, ciudad circular quiere aprovechar todo lo que de sí el agua de lluvia o de escorrentía en una planificación para ahorrar en el consumo para riegos», concluye el edil.