Poco a poco, la plantilla del Real Madrid va cogiendo forma. Ayer era el tercer día de pretemporada en la ciudad deportiva de Valdebebas y los merengues completaron sin dificultades los entrenamientos previstos. Los de la mañana eran de menor carga física que el día anterior, aunque con más protagonismo para el balón. Así lo dispuso el 'sargento' Antonio Pintus, que tiene estudiada al milímetro la preparación de sus hombres, tanto en el plano individual como el colectivo.  

Precisamente porque había que realizar menos esfuerzos se sumó al grupo el gran fichaje de este verano, Jude Bellingham, recién salido de una lesión en la rodilla derecha. Estuvo al mismo ritmo de sus compañeros en la primera parte, pero cumpliendo un plan especial de trabajo por precaución en la recta final de la jornada. Y es que no se quieren correr riesgos con el inglés. 

El centrocampista siguió la misma línea iniciada el día anterior, cuando completó una sola sesión con el grupo, la física matinal, y se quedó realizando ejercicios específicos para fortalecer su pierna en la sesión vespertina.

Según fuentes del club blanco, el 'ex' del Borussia Dortmund se halla en la fase final de la recuperación de un esguince del ligamento lateral de la rodilla derecha que le impidió cerrar la temporada con los 'pross' en la Liga de Naciones. De hecho, su fichaje pudo estar comprometido.

De momento, todo parece calmado y los plazos de recuperación para la nueva estrella blanca se van cumpliendo poco a poco. No parece que vaya a tener que pasar por el quirófano, por lo que Carlo Ancelotti respira aliviado. El fantasma de fichajes de verano que ya se lesionaron en estos meses como Luis Milla, Jonathan Southgate, Eden Hazard o Robert Prosinecki sobrevuela por Valdebebas. Quizás por eso se está teniendo mucho cuidado con el futbolista británico.  

Ya por la tarde, Ancelotti cambió el orden y la paliza física llegó en plena ola de calor en la capital de España. Se notó la falta de ritmo y tuvo que suavizarla. 

Seguro que el técnico italiano tomó apuntes, sobre todo cuando el primer equipo se ejercitó durante dos horas junto al Castilla.

La sesión constó de ejercicios intensos y repetidos de presión y salida de balón, series de control y conducción, el ensayo de transiciones ofensivas con definición a portería, más partidos en campos de dimensiones reducidas en el campo 3 de la Ciudad Real Madrid. 

Trabajo en Brasil

Muy lejos de allí, a miles de kilómetros, Rodrygo, Vinícius y Camavinga apuraban sus últimos días de vacaciones en Brasil entrenando junto al preparador Mateus León. Dentro de una semana, se sumarán a sus compañeros. 

Rodrygo compartió en sus redes sociales la sesión de trabajo con este texto: «Entrenando con mis hermanos».