Los últimos de siempre

Javier Alfaro
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Mientras el centro histórico tiende a la gentrificación, el escaso comercio de toda la vida se está perdiendo al tiempo que proliferan las mismas cadenas de tiendas y hostelería del resto del país

La esquina de Portales con Martínez Zaporta lleva albergando a La Roja desde 1933, aunque el negocio data de 1910. - Foto: Ingrid

La Semana Santa ha llenado Logroño de visitantes un año más. Entre foráneos y los propios que residen fuera y vuelven en las principales jornadas vacacionales, se hace patente lo que el vecindario del centro histórico logroñés viene denunciando desde hace años: se están perdiendo los negocios y vecinos de toda la vida, al tiempo que proliferan las mismas tiendas que pueden encontrarse en las principales calles turísticas de todo el país junto a los alojamientos turísticos.


En algunas ciudades como la vecina Burgos, se trabaja ya en la protección de los escaparates e interiores de los establecimientos con más solera. En la capital riojana, en cambio, varias formaciones políticas han apostado desde la oposición, o en periodos electorales, por la protección de este patrimonio, sin embargo, no han llegado a materializarse. Fuentes políticas aseguran que la pandemia hizo cambiar las prioridades y hay cuestiones, como esta, que finalmente no se han llegado a abordar en profundidad, aunque sí  hay consciencia de que lugares emblemáticos como la esquina de 'La Villa de Madrid' o el amplio escaparate de la ferretería 'La Inglesa', ambas en Portales, se deterioran día a día tras años cerradas y sin que susciten acuerdos entre propietarios y empresas interesadas en ocupar estos céntricos espacios.


Modelo. En estas calles todavía quedan negocios de diferente índole que se van alternando en uno u otro local, aunque lo que más sigue proliferando es la hostelería. Un tipo de negocio que los vecinos y comerciantes coinciden en que es el predominante. «En las últimas décadas desde El Espolón hacia abajo solo hay hostelería masificada, como las cafeterías, restaurantes, bares de tapas o discobares, no es solo cosa de la calle Mayor», señala Jesús Franco, residente en la zona que destaca que «la hostelería genera demasiado ruido y calles muy vacías, solo tienes que verlo ahora mismo (a media mañana), y si sigue así esto será el Disneylandia del turismo y el ocio nocturno».

En la confluencia de la calle del Cristo con Portales, La Golosina sirve más que caramelos, productos riojanos.En la confluencia de la calle del Cristo con Portales, La Golosina sirve más que caramelos, productos riojanos. - Foto: Ingrid


Una idea en la que, en cierto modo, coincide Gonzalo Cadarso, cuarta generación de Óptica Cadarso que data de 1912, entre Sagasta y Portales, sometida a una importante remodelación para unir sus locales. «Cada vez hay más hostelería y menos comercio; aunque tiene que haber de todo, creo que debería de cambiar un poco la política para evitar que Portales se convierta en una segunda Laurel, porque sino este formato de negocios tiende a degradar las calles».


Una degradación que, a veces, llega por parte de las administraciones. «No se entiende que tengamos tantos contenedores de los que huelen todo el día en la puerta del Mercado», indica Enrique Gil Almendros, cuarta generación al frente de La Casa de las Especias, desde 1929 en la plaza de Abastos, aunque el negocio es anterior. «Cada época ha tenido cambios, eso está claro en todos los sentidos, pero la globalización afecta en todo y la tradición y saber hacer las cosas es lo que mejor funciona siempre».


Una docena de centenarios. «Con cien años o cerca, digamos más de 75, ya solo somos una docena», comenta Cristina Domínguez, cuarta generación de Curtidos Domínguez, que reconoce que el modelo de negocio ha cambiado mucho, «apostando sobre todo por la distinción y la calidad».

La Óptica Cadarso data de 1912 y mantiene su histórico local de la calle Sagasta conectado con el de Portales.La Óptica Cadarso data de 1912 y mantiene su histórico local de la calle Sagasta conectado con el de Portales. - Foto: Ingrid


Isabel Abad, tercera generación al frente de La Golosina, ultima los detalles para poder jubilarse, aunque el negocio, a sus 77 años, sigue «con unos amigos que son como si fueran de la familia». Primero en la calle del Cristo y desde hace medio siglo en la esquina de Portales con dicha calle, «esta tienda funciona como un cañón, siempre ofreciendo producto riojano, no solo golosinas, a todo el mundo, también al turismo que lleva viniendo los fines de semana desde hace muchos años y al de aquí que está siempre».


De toda la vida también es la sombrerería Dulín, 1896, que ha cambiado de manos recientemente, pero su interior y exterior permanecen intactos ahora dentro del grupo Sombreros Albero. Rafael Albero explica que «en cada lugar defendemos el espíritu del local; por ejemplo, en Córdoba cogimos una antigua zapatería y solo cambiamos el rótulo, y aquí no hemos tocado nada porque nos gusta conservar la belleza original del sitio». 


Justo enfrente Rosa Barrio y su marido, junto a sus hijos, son la segunda y tercera generación al frente de la pastelería La Mariposa de Oro, fundada en 1930. «Todo ha cambiado mucho, ahora viene mucha más gente de fuera a probar nuestros milhojas y canutillos».

Más fotos:

La Casa de las Especias, en la plaza de Abastos, ya va por su cuarta generación al frente.
La Casa de las Especias, en la plaza de Abastos, ya va por su cuarta generación al frente. - Foto: Ingrid
Pese al cambio de propiedad y los años, la Sombrerería Dulín mantiene su esencia hasta en la trastienda.
Pese al cambio de propiedad y los años, la Sombrerería Dulín mantiene su esencia hasta en la trastienda. - Foto: Ingrid
La confitería La Mariposa de Oro es un clásico de Portales.
La confitería La Mariposa de Oro es un clásico de Portales. - Foto: Ingrid
Con 105 años, Curtidos Domínguez, en Capitán Gallarza, es uno de los escasos negocios de toda la vida en el casco antiguo logroñés.
Con 105 años, Curtidos Domínguez, en Capitán Gallarza, es uno de los escasos negocios de toda la vida en el casco antiguo logroñés. - Foto: Ingrid


Muy cerca, continúa abierta también La Roja, la tienda especialista en textil del hogar fundada en 1910 y que desde 1933 es testigo de la evolución de Portales, en la esquina con Martínez Zaporta.