La habitual doble fila se salda con solo 52 coches en grúa

R. Muro
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La memoria policial refleja, sin embargo, que se llevaron 253 vehículos por «obstaculizar gravemente el tráfico». La mayoría de calles presentaba ayer doble fila, en muchos casos sin interrumpir la circulación

La habitual doble fila se salda con solo 52 coches en grúa - Foto: Ingrid

De este a oeste o de norte a sur, surgen voces que claman contra la doble fila en una ciudad que va dejando atrás esa poco saludable costumbre de ir a por el pan en coche.    Valga el pan como ejemplo, o extraer dinero del cajero de Ibercaja  junto a la rotonda del edificio de Las Palmeras con el vehículo estacionado a metro y medio del cajero. No es doble fila, pero la línea amarilla, esa que indica no estacionar bajo ningún concepto, brillaba esbelta en la mañana de ayer e iluminada por el apacible sol de una mañana cualquiera del mes de abril. 

La costumbre de mal hablar de la tan manida doble fila cede, al menos desde una perspectiva estadística, ante los 'estacionamientos que obstaculizan gravemente la circulación', un concepto más amplio y molesto y que a juzgar por la memoria de la Policía Local 2023, son los que verdaderamente interrumpen el devenir de la circulación, sin menospreciar algunas paradas en fila doble.

La grúa municipal se llevó el año pasado 253 vehículos que obstaculizaban gravemente el tránsito del tráfico por 52 coches estacionados  junto a otros vehículos ya aparcados. Incluso los estacionamientos en vados (248 vehículos retirados por la grúa) y en carga y descarga (127) molestan, a juzgar por la memoria de Policía Local de Logroño, mucho más que las dobles filas.

No se trata de exponer una defensa a ultranza de la fila doble sino más bien, de trasladar los datos municipales al municipio. 

Cuatro vehículos, tres turismos y un camión de reparto estacionan en doble fila en la calle Juan Boscán, en el barrio de Cascajos, prácticamente en paralelo. El tránsito de vehículos, no demasiados, se acumula sobre la línea que divide los carriles en ambos sentidos para salvar la barricada de estacionamientos. 

Ahora bien, hay que valorar que la doble fila no suele prolongarse durante demasiado tiempo, lo que dificulta la actuación de la grúa. Minutos antes del pequeño embrollo montado en Juan Boscán, un hombre sale de una cafetería de avenida de la Paz y se monta en un vehículo estacionado justo enfrente, sin espacio habilitado para aparcamiento, en una vía de dos carriles y eso sí, con las luces de emergencia activadas. Instantes después de las doce del mediodía, avenida de Portugal también es escenario de dobles filas y de la aún peor costumbre de mal estacionar en paralelo, a ambos lados de la vía de circulación. Chile, Club Deportivo, calle Clavijo, San Antón o Pérez Galdós marcan un continuo devenir de vehículos mal estacionados si bien, su impacto sobre el tráfico deambula del negro al gris, del mal al regular, nunca al bien. 

Cuestiones a matizar. Por un lado, el buen tiempo anima a no coger el coche en una mañana tranquila, por momentos muy tranquila, de tráfico en la mayoría de las calles de Logroño. Todo ello con las excepciones de las entradas y las salidas de los colegios a primera y última hora de la mañana y de los accesos a polígonos y a Logroño por avenida de Madrid y Chile sobre las 8 horas. Momentos en los que la doble fila se torna en pitidos, voces y juramentos al aire.