La mayoría de asociaciones de jueces y fiscales del país anunciaron ayer una huelga indefinida a partir del 16 de mayo, amenaza que, de concretarse, extenderá este año a toda la judicatura la conflictividad laboral, después de la que protagonizaron durante meses los letrados y la que mantienen los funcionarios. 

Estos paros influirán en los datos de conflictividad laboral, una variable que en La Rioja siguió creciendo el año pasado, al contrario de lo sucedido en la mayoría de las  comunidades españolas, a pesar de que en el conjunto del país se contabilizaron 73 huelgas más hasta las 679.

 Los últimos datos el Ministerio de Trabajo apuntan que, además de en esta, el número de conflictos fue mayor el año pasado en otras cuatro regiones, Asturias, Comunidad Valenciana, Madrid y País Vasco. Es, precisamente, la comunidad vecina la que experimentó un mayor crecimiento en la conflictividad, del 30% que también fue importante en La Rioja, del 14%, lo que la convierte en la tercera con mayor subida, por detrás de Madrid.

 A pesar de que solo se produjeron siete huelgas -una más que el año precedente- esta cifra la convierte en una de las comunidades con, proporcionalmente, mayor conflictividad, al haber sumado más que Baleares y Canarias, igual número que Cantabria y solo dos más que Murcia, que suma 1,5 millones de habitantes frente a los 316.000 de La Rioja. Este aumento conllevó también un incremento en el número de huelguistas, al igual que en otras ocho comunidades, aunque en el todo el territorio nacional se produjo un descenso de 6.275, hasta los 197.751;más de la mitad, en concreto el 55,6%, pararon en Euskadi; y un 22,5% en la Comunidad Valenciana.

En La Rioja, el número de huelguistas se elevó a 123, lo que implica 78 más que el año anterior, aunque fue una de las comunidades con menor cifra de participantes por paro.

El número de horas no trabajadas, al contrario de lo que  se muestra en las otras dos variables, creció de manera considerable en diez comunidades autónomas y en el conjunto nacional. Ascendieron a las 709.099, lo que supuso 286.284 más que el ejercicio precedente. 

Esta subida también se produjo en La Rioja, donde las horas no trabajadas contabilizadas pasaron de 143 a 318.