Entre 300 y 400 trabajadores de las más de 40 guarderías públicas de gestión indirecta y privadas de La Rioja, el 95% de ellos mujeres, luchan estos días por la mejora de sus condiciones laborales y salariales en una convocatoria nacional que afecta a unos 80.000 empleados.
CCOO ha convocado este mes de octubre en la región dos jornadas de huelga, la última de ellas ayer, y los paros se extenderán los días 8 y 15 de noviembre para culminar con una concentración previsiblemente en la plaza del Mercado logroñesa el 15 de noviembre.
Con estas movilizaciones, las educadoras de los centros de educación infantil de 0 a 3 años denuncian «la intrasigencia y falta de voluntad negociadora de la patronal que está provocando el bloqueo del convenio colectivo desde hace dos años», recalca Elena Berruezo, responsable del área privada de la Federación de Enseñanza de CCOO.
Esta organización sindical reclama unas condiciones laborales y unos salarios dignos debido a que las retribuciones « llevan sin actualizar desde 2021 y están cobrando prácticamente el salario mínimo interprofesional».
Comisiones Obreras pide una subida salarial «importante» que tenga en cuenta «tanto la subida del coste de la vida en los últimos años, como la formación, la experiencia y la responsabilidad que tienen las trabajadoras» .
Berruezo critica que no se tenga en cuenta «la cualificación docente de las trabajadoras ya que, a día de hoy, estamos hablando de que un 95% de las trabajadoras tiene titulación y, en muchos casos, están sobrecualificadas porque tienen carreras universitarias, sobre todo de Magisterio». A este respecto, critica que «no hay manera de que la patronal entienda que tienen que subir estos sueldos y que hay que valorar más la función docente que cumplen porque no solo prestan una actividad asistencial».
Otra de sus reivindicaciones pasa por reducir la jornada laboral, actualmente en 38 horas ya que consideran que es «una jornada muy extensa y se centra en la atención directa, por lo que la preparación y programación de actividades las tienen que preparar las trabajadoras en su tiempo libre».
Desde la Federación de Enseñanza de CCOO se lamenta que el sector «no está ni reconocido ni valorado porque está feminizado y en este tipo de profesiones tan ligadas a los ciudados vemos que se ahonda más la brecha de género».