«Me siguen pidiendo revistas que ya no están como la Playboy»

Javier Alfaro P.
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Los quioscos se reinventan para poder subsistir. Mientras en otros lugares además de prensa venden café para llevar, en el de Álvaro López Eguiluz se puede encontrar miel, caramelos, encurtidos o bonobuses

Álvaro López Eguiluz, en su quiosco de prensa de Avenida de Colón junto a la travesía de la parroquia de San Pablo. - Foto: Ingrid

El sector de la prensa, como tantos otros, está en constante evolución. Los periódicos de pago hace ya años que compiten con una prensa gratuita de calidad y con la inmediatez de internet. Sin embargo, el papel resiste por su versatilidad y contenidos cuidados a todo color, como bien sabe Álvaro López Eguiluz tras dos décadas al frente del quiosco de la logroñesa avenida de Colón, frente a la confluencia con Pío XII.

La prensa diaria es lo más vendido, seguido de las revistas del corazón. En concreto, ¡Hola! y Pronto son las más demandadas. «La primera porque a la gente le encanta la alta sociedad, aunque sea más cara, y la otra porque tiene mucho cotilleo y en los 20 años que llevo aquí siempre cuesta lo mismo, 1 euro, no ha subido», indica.

Además, en los quioscos se puede encontrar otras cosas. A los habituales chicles y caramelos se suman productos de la tierra; «yo tengo encurtidos y miel de gran calidad, pero hay otros que venden pan e, incluso, en grandes ciudades como Barcelona o Madrid, bebidas calientes como café».

Las revistas del corazón, y especialmente la Pronto, son uno de los productos más demandados en los quioscos.Las revistas del corazón, y especialmente la Pronto, son uno de los productos más demandados en los quioscos. - Foto: Ingrid

Para poder rentabilizar el negocio dan otros servicios, como la recarga del bonobús del autobús urbano y en algunos también recoger paquetería, «y más cosas, hay auténticos bazares en algunos quioscos». La clientela, por lo general, «es la gente del barrio de toda la vida, a veces simplemente hablas con unos u otros, te dan conversación, como un psicólogo de andar por casa».

Precisamente, en su caso, al tener las estaciones cerca, especialmente la de tren, también cuenta con gente que compra «las revistas según las ve de camino», aunque a veces también aparecen despistados que le preguntan por publicaciones desaparecidas como «las eróticas, la Playboy, la Interviú, hace tiempo que las quitaron y las piden».

En los quioscos de prensa es posible recargar el bonobús.
En los quioscos de prensa es posible recargar el bonobús. - Foto: Ingrid

Espera poder jubilarse aquí, «con alguna reinvención, espero seguir aquí los 20 años que me quedan, según vea la evolución igual tiro por alguna idea extra como la de ofrecer café para llevar o vender libros».