"Sin buenas infraestructuras, nos convertiremos en una isla"

Gustavo Basurto
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Empresario del sector hotelero, Jaime García-Calzada (Logroño, 1955) dirige la patronal riojana desde 2013. Es además miembro de los órganos directivos de CEO y presidente de su Consejo de Turismo

Jaime García-Calzada posa para la entrevista en un balcón de la sede de la FER con la calle Portales al fondo. - Foto: Ingrid

En la céntrica sede de la calle Hermanos Moroy, la actividad es frenética. La Federación de Empresas de La Rioja (FER) representa los intereses de más de 3.000 negocios, desde microempresas a grandes compañías englobados en casi 70 asociaciones sectoriales. Y al timón de la nave de la patronal riojana está desde ha once años Jaime García-Calzada. De trato afable y apariencia tranquila, el presidente de la FER endurece el discurso cuando la conversación discurre por la senda del déficit en las infraestructuras o el exceso de burocracia que desquicia a los empresarios, entre otros temas.  

El BBVA predice que La Rioja crezca este año y en 2025 una décima por debajo de la media nacional. ¿Pierde fuelle la economía riojana?

La Rioja tiene más de un 20 por ciento del PIB industrial, por lo que es una economía potente. Que las previsiones de crecimiento estén por debajo de las nacionales es consecuencia de nuestra situación: somos una región muy pequeña, con 330.000 habitantes y no hemos sido hasta ahora una región atractiva para las inversiones, por una alta fiscalidad, carencia total de infraestructuras, inseguridad jurídica, excesiva burocracia...quizás también ocurre en otras regiones, pero aquí en estos años se ha dado de manera acentuada. Pese a todo, la economía riojana es fuerte y ahora con las medidas que se están adoptando creo que podrá recuperarse. 

Hace el matiz de que la región no era atractiva para la inversión 'hasta ahora'. ¿Han cambiado las cosas? 

Sí. El proyecto político que existe en este momento en La Rioja va a mejorar la situación, porque antes la empresa no estaba en el centro de las decisiones de la Administración; más bien, y en esto voy a ser duro, estaba en la diana. Este Gobierno (el de Gonzalo Capellán) ha venido con carácter renovador, en el sentido de que consulta con los sectores empresariales las decisiones; esa es la verdadera colaboración público-privada.

Las cosas no van mal en el empleo, con la tasa de paro entre las mejores, pese a lo cual BBVA también fija la previsión en un punto menos que la media. ¿Es preocupante? 

El cierre de 2023 ha sido bueno. Los datos interanuales de febrero de este año nos dicen que tenemos 1.100 desempleados menos y más de 2.000 afiliados más a la Seguridad Social; es un buen dato, lo mismo que la tasa de desempleo del 8,7 por ciento. Pero hay 13.700 parados y una circunstancia chocante. Los empresarios no encuentran personal, ni cualificado ni sin cualificar y hay 500 puestos de trabajo sin cubrir en nuestras empresas. Hay industrias que podrían trabajar a dos turnos y no pueden porque no tienen personal. Algo estamos haciendo mal. No estamos formando a estos desempleados y aunque tenemos una de las tasas de desempleo más bajas, hay más de 13.000 personas en el paro y los empresarios no encuentran trabajadores. 

¿Y esa paradoja se debe a un desajuste entre la formación y la realidad del mercado o a que hay trabajos penosos y mal pagados?

Cuando me dicen que hay trabajos mal pagados, respondo que en todos hay unas negociaciones de convenio en las que se acuerdan los salarios entre sindicatos y empresarios, por lo que no cabe hablar de trabajos mal pagados. Sí ocurre, que hay un porcentaje de gente, que es el paro estructural, que se ha instalado en una situación de desempleo y no quiere salir de ahí, por las circunstancias que sean. Personal cualificado no se encuentra, porque prefiere trabajar en otras regiones. Algo estamos haciendo mal.

¿Afecta más a La Rioja que a otras regiones? 

No, el problema es generalizado. En CEOE la falta de personal es una de las mayores preocupaciones. Hay situaciones en las cuales esta circunstancia impide crecer a las empresas.

La palabra de moda en boca de los economistas es 'incertidumbre'. En el caso de La Rioja ¿qué genera mayor inquietud al empresariado?

La RAE eligió en 2023 polarización como palabra del año y creo que no estuvo acertada, porque debería haber elegido incertidumbre. La que existe tanto en La Rioja como en el resto del país es tremenda, por la inestabilidad política, inseguridad jurídica, poca calidad de las normas, la fiscalidad...en nuestra región podemos añadir la falta de infraestructuras.  

¿La guerra de Ucrania y la crisis del Mar Rojo nos afectan como región o los empresarios se han adaptado? 

Nos ha pasado de todo en cuatro años. Empezamos con la pandemia y luego vinieron el encarecimiento de las materias primas, la energía, los combustibles, la logística, la inflación, la guerra de Ucrania, el conflicto de Gaza, que afecta a todo. Ha habido que sobreponerse y seguir trabajando. 

Con este panorama, ¿cómo van de salud las exportaciones?

Las exportaciones riojanas van bien, porque tenemos una tasa de cobertura (diferencia entre exportaciones e importaciones) positiva. En 2023 hemos cerrado con el 129 por ciento de tasa de cobertura y un beneficio de quinientos y pico millones de euros. Hay que tener en cuenta que la tasa de cobertura española está en negativa. Pero hay que seguir incidiendo en las exportaciones y la FER está muy involucrada en potenciarlas, porque tenemos unas 600 empresas que exportan regularmente, pero queremos aumentar ese número.  

Uno de esos sectores exportadores es el vino, que está en horas bajas. ¿Cree que la caída de ventas del Rioja es una situación coyuntural o que responde a un cambio de modelo y que por tanto es estructural?

No es que haya un cambio de modelo, sino que ha bajado el consumo de forma global en todo el mundo. Las exportaciones de vino de Rioja han bajado un cinco por ciento, que es el menor descenso de las denominaciones vinícolas de España, donde somos líderes. El vino de Rioja es nuestra carta de presentación, que está pasando una situación complicada, pero ha superado ya antes otras y  saldrá adelante, porque nuestros bodegueros y productores son grandes empresarios. 

Por tanto, ¿usted cree que no conviene tomar decisiones drásticas en caliente, como arrancar viñedo?

En esos temas no entro, porque los que tienen que decidir las soluciones son el Consejo Regulador y el Gobierno de La Rioja. 

Los agricultores están en pie de guerra. ¿Tienen razones para seguir sacando los tractores a las carreteras?

España es una potencia agroalimentaria y ganadera, pese a que la ganadería ha ido descendiendo y en agroalimentación han desaparecido explotaciones que funcionaban. Esta es una circunstancia que nos ocurrido en otros sectores en otros tiempos, por una competencia desleal. Si nuestros agricultores y ganaderos tienen que cumplir unas normativas muy enconsertadas y traemos productos de otros países que no las tienen que cumplir, se lucha en inferioridad de condiciones. Además, tienen que enfrentarse a una burocracia farragosa; yo digo que una vaca tiene que hacer cuatro máster para cobrar la PAC.  

El cambio de modelo en la automoción hacia el vehículo eléctrico ¿es una oportunidad para la industria riojana por la proximidad de fábricas como Volkswagen en Pamplona o Stellantis en Zaragoza? 

Tenemos una potente industria de componentes de automoción. Estamos en un cambio de modelo de los vehículos de combustión a eléctricos y se tendrán que adaptar, pero no será de la noche a la mañana. En ese periodo es importante que tengan ayudas para hacer los cambios.  

Hay un interés público por promover vivienda, en Logroño con un plan municipal, y en el Gobierno regional con ayudas a jóvenes en los pueblos. ¿Puede eso insuflar oxígeno al sector de la construcción?

Hay una inquietud generalizada en el ciudadano por la escasez de vivienda asequible para comprar y para alquiler. Durante muchos años no se ha hecho vivienda asequible ni para alquiler, porque la mentalidad española era comprar, lo que es extraña en Europa. Las administraciones no se han preocupado de potenciar la vivienda en alquiler, que se podía haber hecho con colaboración público-privada. También ha influido el crecimiento desbocado de las viviendas turísticas en el encarecimiento y la escasez de los alquileres.  

La Rioja y otras cuatro regiones, al igual que sus patronales, hacían hace poco causa común por el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo y apuntaban una fecha: 2030.  Con los pies en la tierra, ¿cabe pensar que podamos estar en ese eje dentro de seis años?

Las inversiones en infraestructuras son muy lentas y necesitan periodos muy largos, pero si no empezamos a incidir en este tema, nunca tendremos unas comunicaciones adecuadas. La autopista estará liberalizada dentro de dos años y tenemos que hacer unos enlaces que desde la FER llevamos reclamando desde hace seis años. Y tenemos un ferrocarril con una sola comunicación con Madrid y con impuntualidad. El aeropuerto ha ido a menos. Tenemos que agilizar los enlaces de la autopista e insistir en que el Corredor Cantábrico-Mediterráneo sirva para viajeros y mercancías y potenciar el aeropuerto; si no, nos convertiremos para siempre en lo que somos ahora, una isla. Las comunidades vecinas tienen proyectos y aquí estamos todavía discutiendo trazados.

En La Rioja se alcanzan pactos por las infraestructuras, pero las decisiones se toman en Madrid. ¿Falta peso específico para reclamar allí? 

Quien decide es el Ministerio y de momento no decide. Hay que acabar la Ronda Sur, que lleva un retraso importante. Y hay cosas alarmantes, porque el camino natural del Corredor Cantábrico-Mediterráneo es el Ebro y necesitamos que se active. Y las patronales de esas cinco regiones estamos en ello. 

En La Rioja firmaríamos ya mismo tener ese corredor en 2030, ¿no?

Firmaríamos ahora mismo.

Pero parece más real la fecha de 2050, de la que han hablado otros.

Al paso que vamos probablemente sea más real esa fecha. Si no se agilizan los proyectos y las decisiones no sé cómo estaremos en 2030, pero no será por falta de intensidad de la reivindicación de las patronales y creo que también de los gobiernos autonómicos. No podemos tener esas desigualdades con otras regiones.

¿Hay que centrar los esfuerzos en el ferrocarril y dar por perdido el impulso al aeropuerto?

El aeropuerto es una infraestructura fantástica que nos permite ponernos en una hora en Madrid. Hay que potenciar el ferrocarril, pero también el aeropuerto. El ferrocarril hay que entenderlo como red de redes, para que todas las regiones estén comunicadas entre sí y tener salida a las grandes líneas y los puertos, no solo con el Corredor Cantábrico-Mediterráneo. Y es un mandato europeo.

¿Qué le parece el plan del Gobierno regional para subvencionar la compra de suelo en polígonos industriales, principalmente en Calahorra y Alfaro, que rompe con el acuerdo del anterior Gobierno y el Estado?

La FER ha reivindicado históricamente la modernización de los polígonos industriales, que son los grandes olvidados de los municipios y las comunidades, pese a que las empresas que están en ellos pagan los impuestos como los pagan los ciudadanos, pero no tienen los mismos servicios. En Las Cañas, llevamos años reclamando que se le dote de energía eléctrica suficiente y el actual Gobierno y el Ayuntamiento de Logroño ya han dispuesto tres millones de euros para ello. Creo que el actual Gobierno de La Rioja con esta medida de potenciar la venta de suelo con subvenciones y apoyo a los empresarios está haciendo lo que tiene que hacer. 

La Ciudad del Envase en Calahorra ha pasado de ser prioritaria a secundaria. ¿Percibe interés empresarial por ese proyecto? 

Lo que puedo decir es que el anterior Gobierno no pidió opinión a las  empresas de envases y embalajes;así de claro, porque me lo han transmitido ellos. Parece que el actual Gobierno ha decidido variarlo, pero nosotros no entramos en decisiones políticas. Lo único que queremos es que se apoye a las empresas y que no haya diferente tratamiento por estar a un lado u otro del Ebro, de manera que podamos ser competitivos con respecto a otras regiones.

¿Sigue habiendo agravio fiscal con respecto a Navarra y País Vasco?

Las medidas fiscales que ha adoptado el actual Gobierno de La Rioja, como subvencionar al 99 por ciento las sucesiones y donaciones, el compromiso de eliminar o subvencionar casi al cien por el cien el impuesto de patrimonio y la rebaja en el IRPF son muy buenas, porque tenemos una fiscalidad agobiante.

 

¿Están notando la agilización de expedientes de ayudas atascados en la ADER, como prometió hacer la consejera de Economía?

Este Gobierno ha dado prioridad a todo lo atrasado, porque había un número importante de expedientes en esa situación. Creo que de aquí a unos meses estarán solucionados. También estamos negociando con el Gobierno agilizar toda la burocracia y el adelanto en las subvenciones en la ADER y están muy receptivos. 

¿Cree que el plan de ayudas del Gobierno riojano a los autónomos, con una subvención única de hasta 2.700 euros será más eficaz que lo que prometió el PP en campaña de cuota cero a la Seguridad Social y tarifa plana de 50 euros?

Son cosas diferentes. La cuota cero era para los nuevos emprendedores que empiezan. Hay que promocionar el emprendimiento y la vocación empresarial. La Rioja es una Comunidad de autónomos, porque tenemos 25.000. Esas subvenciones de 2.100 y 2.700 euros son una buena medida. 

La CEOE se ha mostrado muy dura con la ley de amnistía por la inseguridad jurídica que puede provocar. ¿Afectará de alguna manera especial a La Rioja?

La amnistía acrecentará las desigualdades entre territorios y primará a unos en detrimento de otros. Al margen de ser anticonstitucional es crear regiones de primera y de tercera. Y nosotros sabemos mucho de esto, porque tenemos regiones limítrofes que juegan con normas diferentes.

¿La prórroga de los presupuestos del Estado frenará proyectos importantes para La Rioja? 

Todo lo que no venía en los presupuestos del año pasado no se podrá hacer este año.  

Le queda un año de mandato al frente de la FER, el tercero desde que accedió en 2013. Aunque aún queda tiempo, ¿habrá un cuarto?

No soy aficionado al fútbol, pero como ese entrenador de fútbol (Simeone) que dice 'partido a partido', yo digo 'día a día'.