Algo que hace grande a esta Denominación es su linealidad, casi 100 kilómetros de este a oeste, desde Alfaro hasta el Ternero. Y gracias a ello podremos salvar algunos vinos de este año de sequía y pluviometría discordante. Cosa que parece ser la tónica en los años venideros.
Ha sido un año loco con cambio de Gobierno regional, vendimia en verde y ayudas a la destilación encajadas de aquella manera para mayor gloria del Ejecutivo entrante. De este tema que roza la intervención del mercado hablaremos.  Dichas ayudas especiales demuestran que tenemos un sector muy importante para la Comunidad tocado y enfermo. Más de lo que aparentemente se empeñan en hacernos creer los unos y los otros.
Llegó junio y salvo el Consejo Regulador y yo mismo, por lo visto, nadie más sabía que había un exceso de cosecha en el viñedo. Esto, dicho sea de paso, es algo que les pasa habitualmente a bodegas y viticultores, incluido a los de ASAJA. Y claro, quien puede hacerlo mandó tirar uvas con esa simpatía habitual que tienen. En plenas fiestas populares de todos los pueblos de la Denominación y con grandes dificultades para encontrar personal de infantería para realizar la labor que, si bien no es muy especializada, sí hay que tener cierta gracia. Personal de infantería todo de importación, ni bueno ni malo, es lo que hay.
El verano loco y las lluvias de última hora arrancaron la vendimia batiendo récords de registros de fechas tempranas. Vendimia que, con los números de stocks acumulados y situación de 'ratio' podíamos habernos saltado. No, no, no... No nos rasguemos las vestiduras, las matemáticas no mienten. Teníamos a cooperativas malvendiendo graneles de vino para que entraran las uvas nuevas de una próxima cosecha que, no mejor por ser nueva, va a  terminar haciendo a la anterior excelente.
Por cierto, antes de la entrada de uva hubo que lidiar con la Ley de la Cadena Alimentaria, expresamente diseñada para la protección del productor. Y digo lidiar con ella porque hubo muchas cabezas pensantes estudiando cómo saltarla cuando al parecer las palabras mágicas para ello eran 'Cuaderno de Campo'.