Nuevo golpe al tráfico de drogas y en esta ocasión en el centro de la capital riojana y ante la sorpresa de los viandes. Agentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional de La Rioja detenían a primera hora de la mañana de ayer a un hombre de 48 años de edad y de origen colombiano en plena calle para posteriormente conducirlo hasta el número 31 de la céntrica Vara de Rey, donde el presunto traficante dispone de un piso desde hacía aproximadamente un año. 

Una vez en el interior de la vivienda, los agentes procedieron a un minucioso y exhaustivo registro  en el que los efectivos se pudieron incautar de una «notable cantidad» de marihuana y cocaína. Varios vehículos policiales esperaban en el exterior para trasladar al detenido hasta dependencias policiales. Alrededor de dos horas después, sobre las 12.30 horas, dos policías encapuchados acompañaban esposado al detenido hasta un vehículo estacionado justo enfrente del número 31 de Vara de Rey. 

Todo ello en plena calle y ante la sorpresa de los numerosos viandantes y clientes del supermercado ubicado justo al lado del inmueble presentes en una zona bastante transitada en un día laborable. Para los vecinos, sin embargo, no hubo sorpresa alguna. Desde hacía tiempo eran conscientes de movimientos extraños en la comunidad de propietarios, fundamentalmente ante la presencia de personas que no residían en el edificio y que pretendían acceder al inmueble. De la misma forma, el único ascensor existente en el edificio permanecía en muchos momentos ocupado, algo que no era habitual y fundamentalmente en horario nocturno y durante los fines de semana.

Incluso el olor a marihuana se había dejado sentir en algunos momentos en el patio del colegio Agustinas, situado justo detrás del número 31 de Vara de Rey. 

Vigilancia. En cualquier caso, y ante tal cúmulo de evidencias, la Policía Nacional logra desarticular un nuevo punto de venta de droga en una operación que permanece abierta. Una operación que se ha desarrollado «tras mucha vigilancia en la zona» después de conocer los movimientos en el interior del inmueble por parte de los agentes. Sospechas iniciales que en todo caso  fueron corroboradas posteriormente, entre otros motivos, por las numerosas quejas vecinales.