El Calahorra tiene un problema con el gol. Elpartido de ayer, o mejor dicho, el resultado de ayer en La Planilla, podría haber sido muy diferente si el bloque rojillo tuviera un porcentaje de eficacia algo mejor de cara a portería, porque, pese a las múltiples llegadas que protagonizaron los chicos de Carlos Pouso, no consiguieron batir a Padilla y fue Urko Izeta quien, en una gran acción individual, decantó la balanza para el líder del Grupo II de Segunda RFEF.
Pouso sorprendió desde el inicio. No por la alineación, que escogió su tradicional 5-4-1, sino porque la línea defensiva estaba completamente renovada. Con Gonzi en portería, el trío de centrales fueron Cantero, Zaldua y Barandiarán, junto a Raúl Sola en el carril derecho e Iñaki Recio en el izquierdo. Como centrocampistas saltaron al verde Castillo y Ekiza, acompañados de 'los Jorges' Domínguez en diestra y Pérez en zurda, para acabar con Aitor Uzkudun en punta.
En la primera mitad no hubo goles, pero sí entretenimiento. Pasaron rápido los primeros 45 minutos a pesar de no haber goles, pero sí un duelo muy disputado de un Calahorra consciente de la necesidad de sumar y de un filial rojiblanco que quería seguir con su gran temporada y sumar tres puntos para aprovechar el enfrentamiento directo de sus perseguidores en la tabla. El Calahorra tuvo la más clara por banda derecha, en una internada de Jorge Domínguez en la que este quiso combinar con Uzkudun pero la entrega no fue del todo certera y el delantero no consiguió conectar.
Ya en la segunda parte, apenas habían pasado nueve minutos cuando Aitor Uzkudun quiso convertirse en el MVP del partido. Se deshizo de dos rivales rojillos, encaró a Barandiarán al que sorteó con una gran bicicleta y batió con un disparo raso, seco y cruzado al palo largo con el que superó a Gonzi.
Con el paso de los minutos el Calahorra fue a tumba abierta a por el empate, con todos los riesgos que ello podía acarrear. Pudo matar el Bilbao Athletic el partido a la contra un par de veces, pero Gonzi y la zaga rojilla permitieron al Calahorra seguir con vida. Yen los últimos diez minutos, las tuvo de todas las formas y colores, pero la escasa efectividad volvió a pasarle factura. Primero fue Miguélez a balón parado en una falta desde la esquina del área, luego Uzkudun en un remate al lateral y, en la última del partido, un balón que se paseó por delante de la portería roiblanca sin encontrar un rematador.
Lo intentó hasta el final el grupo de Pouso, pero su falta de acierto en ambas áreas desembocó en una nueva derrota en su feudo y le dio el valioso botín de los tres puntos a un líder que, dados los resultados de la jornada, aumentó la distancia a nueve puntos respecto a sus perseguidores.