Buyla, de la SDL, investigado por presunto amaño en el Badajoz

El Día
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El centrocampista ecuatoguineano de la SD Logroñés, que se encuentra disputando la Copa África, relacionado con el presunto amaño de la penúltima jornada de la pasada temporada en Primera RFEF que enfrentó a Badajoz y Pontevedra

Jannick Buyla, centrocampista de la SD Logorñés, investigado por presunto amaño de partidos en el Badajoz. - Foto: Óscar Solorzano.

Según ha adelantado esta mañana el diario ABC, el partido de la penúltima jornada de Primera RFEF de la pasada campaña entre CD Badajoz y Pontevedra CF se encuentra bajo investigación judicial por un presunto intento de amaño. Las pesquisas comenzaron a raíz de que dos ya exjugadores del cuadro gallego pusieran en conocimiento de su club las comunicaciones de al menos dos integrantes del conjunto extremeño, uno de ellos, Jannick Buyla, con el propósito de buscar un arreglo para favorecer el triunfo de los pacenses y, en consecuencia, la permanencia en una categoría en la que finalmente, acabaron descendiendo como 16º. "Los futbolistas tocados, que informaron inmediatamente a la entidad de Pasarón de las llamadas telefónicas recibidas, se quedaron fuera del once en un duelo que perdió su equipo en el Nuevo Vivero (1-0)", informa Jorge Abizanda, periodista del Grupo Vocento.

El portero y el defensa del club gallego denunciaron las llamadas recibidas tanto de Jannick Buyla como como de un miembro del cuerpo técnico pacense (Javier M.) para que los galllegos, que acudían a ese partido en el Nuevo Vivero ya descendidos a Segunda RFEF, perdieran ese partido y aumentaran las opciones de permanencia del bloque pacense en la tercera categoría del fútbol masculino español.

"QUEREMOS DARTE ALGO"

Para que se diera el presunto arreglo del partido, según consta en la investigación, se ofreció a ambos futbolistas gallegos la incorporación al cuadro extremeño en la temporada 2023-24 en caso de permanencia con unos cuantiosos contratos. Por una parte, Buyla, que compartía agencia de representación con el central del Pontevedra, telefoneó a su rival dos días antes del partido para solicitarle, de manera informal, la predeterminación del resultado para asegurar la victoria local. Según las declaraciones del en ese momento defensa del Pontevedra, una tercera persona clave en este supuesto intento de amaño habría sido el exempleado de su agencia de representación (Tuka M. R.), quien facilitó su número de teléfono personal al rival del Badajoz que se puso en contacto con él. En esa conversación su rival le aseguró, según el zaguero, que sabía que la plantilla gallega estaba primada por otros equipos (una acusación que el central afirmó desconocer) y a continuación le dijo: «Nosotros queremos darte algo». Una frase a la que el defensa, según su versión, contestó antes de colgar con un «tú sabes las consecuencias que puede traer esto».

Un día después, ya en la víspera del encuentro, el defensa recibió otra llamada, a través de esa tercera persona de la agencia de representación con una propuesta de contrato para unirse al Badajoz en la campaña 2023-24. En esa llamada, el trabajor de Tuka restó importancia a la conversación con Buyla y le trasladó "que se había reunido poco antes con dirigentes del Badajoz que le querían ofrecer un precontrato". "Al estar aún en juego la permanencia del conjunto pacense, en caso de no poder cumplirse el acuerdo si el equipo descendía a Segunda RFEF, se le garantizaba el pago de 10.000 euros", explica Abizanda.

El futbolista rechazó la oferta y recordó a su interlocutor que su agente y jefe de su empresa de representación (que desconocía todo este entramado hasta que su propio jugador del Pontevedra le llamó el día 18 por la noche para ponerle al tanto) era el único con autorización para trasladarle ofertas de contratos. Poco después, Tuka M. R. y otro empleado eran despedidos. Según ha confirmado ABC, ese empleado ahora trabaja junto a otra persona que colaboraba con él para otra empresa de futbolistas.

MÁS LLAMADAS

Hubo un segundo movimiento para terminar de amarrar el supuesto amaño. Según los investigadores policiales los jugadores implicados ocupaban "puestos claves" en su equipo. Javier M., miembro del cuerpo técnico del Badajoz que había coincidido con el meta del Pontevedra en otro club, se puso en contacto con él para saber si iba a ser titular en ese encuentro decisivo para los pacenses. Durante la conversación, también le mostró la intención de contar con él en el Badajoz a partir de la siguiente campaña.

Los dos jugadores del Pontevedra comunicaron inmediatamente el contenido de las llamadas a los capitanes de la plantilla, a la presidenta del club y a la AFE. Para evitar suspicacias, ambos solicitaron no disputar un partido que terminó ganando el Badajoz. «Paradójicamente el gol de la victoria fue anotado en un clamoroso fallo del portero del Pontevedra», reflejaron en su informe los investigadores tras el visionado del encuentro.

Después de que AFE dispusiera de esta información proporcionada por los jugadores, el Badajoz - Pontevedra de la J.37 de Primera RFEF 2022/23 fue denunciado por la Federación Española por un presunto delito de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo (artículo 286 bis del Código Penal) gracias al aviso de la Asociación de Futbolistas Españoles.