«Me encanta cocinar con mi madre y sus caparrones»

Javier Alfaro P.
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La vendimiadora de Logroño Laura Cara Marqués habla el Código de Barras. Habitual de la Laurel se decanta por un clásico: las bravas del Jubera.

La vendimiadora de Logroño, Laura Cara Marqués, eligió el Bar Jubera (Laurel, 18, Logroño) porque «es difícil hacer una bravas que estén tan buenas». - Foto: Óscar Solorzano

Estas serán sus primeras y últimas fiestas de San Bernabé como vendimiadora de Logroño. Un puesto representativo de la ciudadanía en momentos festivos, que se inicia en septiembre, para San Mateo, y culmina en verano, pasadas las fiestas de los pueblos. Laura Cara Marqués (Logroño, 2002) tiene ganas «porque tenemos poquitos actos como vendimiadores, como los banderazos o el reparto del pez, pero da pie a disfrutarlas más, sin el agobio y la intensidad de San Mateo».

Estudiante de un doble grado en Química y Bioquímica en la Universidad de Navarra y residente en Pamplona, regresa a su ciudad siempre que puede, mínimo un par de veces al mes, y reivindica que «como en La Rioja no se come en ningín sitio».

Asegura que «ya desde pequeña salía con mis padres a tomar pinchos a San Juan, Laurel y a diferentes bares, sobre todo los sábados, y ahora lo repito con mi cuadrilla». 

BAR JUBERA. Ración de patatas bravas (4,30 euros) y vino blanco semidulce DOCa Rioja (1,50 euros).BAR JUBERA. Ración de patatas bravas (4,30 euros) y vino blanco semidulce DOCa Rioja (1,50 euros). - Foto: Óscar Solorzano

Con el curso ya terminado, aprovecha para salir más a tomar algo y desde que es vendimiadora «no salgo de la Laurel». Indica que «tenemos nuestros pinchos y sitios habituales como el tío Agus, la carne a la brasa y a la plancha del Ribera, al Juan y Pinchamé, al Donosti, al Jubera... variamos porque hay muchos que nos gustan; generalmente con gente de fuera vamos más a lo tradicional y con los de aquí te arriesgas o vas según gustos».

 Reconoce que con tantos sitios le ha costado elegir uno. En esta ocasión opta por el tradicional Bar Jubera de la calle Laurel para degustar una ración de sus famosas patatas bravas, «es un plato muy tradicional y que nunca cansa, yo creo que el Jubera es siempre parada obligatoria». Para ella, estas patatas «son perfectas, desde que las probé por primera vez me encantan porque creo que es muy difícil conseguir hacer unas patatas bravas que estén tan buenas y que a mí personalmente me gusten».

Para beber, la joven opta por un vino blanco semidulce, en esta ocasión Satinela de Marqués de Cáceres, «me gusta el vino pero con pinchos suelo optar por blancos semidulces, mosto o agua».

Apunta que es una gran aficionada al buen comer. «Me encanta cocinar con mi madre, en pandemia nos hinchamos a hacer postres de todo tipo, y me gusta mucho comer bien. Los caparrones con chorizo, panceta, sacramentos... que hace mi madre están buenísimos, es un plato muy riojano y es de mis favoritos, de postre soy muy de hacer y comer tartas de queso o flanes».