Critican que la destilación favorece a grandes multinacionales

El Día
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La portavoz de Izquierda Unida, Henar Moreno, cree que estos 15 millones de euros podrían haberse utilizado para ayudar a solventar la delicada situación de cientos de viticultores y cooperativas riojanas

Las bodegas de la Denominación de Origen Calificada Rioja almacenan unos 940 millones de litros de vino. - Foto: Óscar Solorzano

El gobierno de Gonzalo Capellán ha convertido una medida que se planteaba urgente, justa y más que necesaria, como es ayudar a los viticultores riojanos a superar un momento de crisis en el sector, en una forma de seguir beneficiando a aquellos que menos ayuda necesitan. Tras conocerse la lista de bodegas beneficiarias de las ayudas a la destilación del vino, y los importes asignados a cada una de ellas de los 15 millones totales, Izquierda Unida de La Rioja se muestra indignada ante el reparto final.

Como se ha sabido a raíz de la publicación de la Propuesta provisional de resolución de concesión de ayudas a la destilación voluntaria de crisis 2023 en la Comunidad Autónoma de La Rioja, en base a la orden AGM/4/2023, de 27 de julio, publicada en el BOR el lunes 21 de agosto, la bodega que se lleva el "trozo más grande del pastel" es Pernod Ricard Winemakers Spain SAU, el grupo bodeguero multinacional más grande los que operan en la región, y al que se asignan 2'17 millones de euros. Esto es, el 14'46% del total de fondos destinados a este fin. Aún teniendo en cuenta el argumento que se está utilizando para justificar este reparto, que es según la propia bodega que "la huella de producción y comercialización de Pernod Ricard Winemakers Spain en la vendimia de 2022 fue de casi un 11% de toda la Denominación", esta asignación sobrepasa ese peso teórico que tendría dentro de la DOC Rioja.

Y esto ha sido así, aun siendo esta bodega una de las que menos puntos de prioridad en la asignación ha recibido, ya que no cumple los principales criterios de adjudicación (ser cooperativa, sociedad agraria de transformación o bodega que haya producido una cantidad inferior a 350.000 kg de uva en la última campaña), siendo, además que esta empresa ya cobró ayudas al almacenamiento privado de vino. Todo esto, unido al escasísimo tiempo que han tenido las bodegas para solicitar la ayuda (5 días), ha complicado todavía más a las pequeñas bodegas y cooperativas el poder pedir las mismas, ya que cuentan con recursos mucho más limitados para poder realizar todos los trámites necesarios. De igual forma, no se han podido presentar alegaciones a la citada Orden AGM/4/2023, de 27 de julio ya que no ha habido fase de exposición pública.

Para Izquierda Unida, el objeto de estas ayudas tenía que haber tenido una finalidad muy diferente: ayudar a los viticultores riojanos, a las bodegas cooperativas y a las pequeñas bodegas familiares; base fundamental y alma de nuestra denominación de origen Rioja. Para ello, además, era fundamental establecer distintos criterios de adjudicación de las ayudas en función del tamaño de las bodegas, algo que no se ha hecho, y que es tremendamente injusto, pues las grandes bodegas pueden, como ha ocurrido, acaparar la mayor parte de las ayudas.

Sin embargo, una vez más el Partido Popular ha demostrado para quienes gobierna, y cuáles son sus prioridades: seguir privilegiando a los de siempre, a las grandes empresas y a quienes más tienen, dejando en la estacada a cientos de productores y productoras riojanos que realmente lo necesitan. Que rápido se olvidan de medidas que ellos mismos apoyaron, como la Ley de Economía Social y Solidaria, aprobada por unanimidad la pasada legislatura a propuesta de Henar Moreno (IU), y que pretendía transformar el modelo productivo riojano a través del apoyo público a, entre otras, las sociedades cooperativas. No les ha hecho falta ni un mes de gobierno en pleno verano para olvidarse de estas intenciones, y volver al que siempre ha sido su modelo económico para La Rioja.