Fútbol europeo, condenado a vivir con del dinero del petróleo

Eduardo Palacios (EFE)
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El abogado especialista en derecho deportivo, Pablo Cazorla, explica que existe el fair play financiero, con el que se busca equidad en la competición y que los clubes estén saneados

El Málaga, equipo recién descendido de Segunda división, será uno de los rivales a batir en la temporada 2023-24. - Foto: Málaga CF

La presencia de grandes clubes-estado, como se denomina a PSG y Manchester City, y el éxodo de futbolistas a ligas de países que cuentan con grandes recursos petrolíferos, especialmente Arabia, son dos fenómenos con los que el fútbol europeo está "condenado a convivir" a medio plazo.

Así lo ha considerado, en declaraciones a EFE, el abogado especialista en derecho deportivo, Pablo Cazorla, que coordina el máster en esta materia de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

A principios de este mes de agosto la Liga de Fútbol Profesional (LFP) presentó una denuncia ante la Comisión Europea contra el PSG por considerar que las cantidades que recibe el club parisino desde Qatar distorsionan la competencia en el fútbol europeo.

Esa denuncia es, considera Cazorla, "una más" porque este tipo de denuncias "es una cantinela de todos los años" porque "la LFP quiere decir, de todas las formas posibles, que ese club, y otros como el Manchester City, tienen ingresos no justificados y que eso es injusto con los demás".

Así, "entramos en una cuestión moral" que es si existe una competencia justa entre los clubes "pero no es tan fácil demostrar que hay algo ilegal", considera este experto, que recuerda que al margen de esos dos clubes "hay más que tienen dinero de fondos soberanos detrás".

Desde 2010 existe, detalla, un sistema que busca favorecer la competencia justa entre clubes, el llamado "fair play financiero" y "además se ha endurecido recientemente para buscar equidad en la competición y que los clubes estén saneados".

"Pero es un sistema basado en que puedes destinar a los jugadores un porcentaje de los ingresos, y el problema es que resulta muy difícil hacer un seguimiento total de los ingresos, no es tan fácil conocer de dónde viene el dinero", asegura Cazorla.

Además, aunque se lograra, considera este bogado "al final estamos en una economía de mercado, y no es tan fácil impedir que un inversor llegue a un club, o a una empresa, y haga que esa entidad tenga más dinero" y "aunque parezca injusto".

Posiblemente "tenemos la certeza, por sentido común, de que hay entidades que presentan números que no pueden ser reales, como el ofrecer una prima de renovación de 150 millones de euros, hay que admitir que es algo con lo que el resto de clubes están condenados a convivir y a adaptarse, porque es muy difícil acreditar que sucede algo ilegal", considera Cazorla.

Además, para aprender a "convivir" con ese fenómeno, Cazorla considera que hay que aceptar que ese tipo de clubes "generan un caudal que al final beneficia a todos, también al resto entidades" porque "por ejemplo, elevan el precio de los derechos de televisión o el consumo de todo lo que rodea al fútbol".

Una cuestión de tradición. El otro fenómeno "que va a continuar a medio plazo", en su opinión, es el de que equipos de la Liga de Arabia, con el apoyo del fondo soberano del país, fichen a jugadores importantes de Europa, aunque, para él, "no será habitual que recluten a estrellas en su plenitud".

"El fútbol es una cuestión de prestigio, de títulos, de historia, y eso no está en Arabia, con lo que los jugadores que tienen esa aspiración no se van a ir", cree, aunque "sí los que lo tiene ya o los que tienen menos posibilidades de ganar campeonatos".

Por eso, para él, más allá de "fichajes de relumbrón" el peligro de las ligas de países árabes "es para clubes de tipo intermedio, que tienen en su plantilla uno o dos jugadores importantes a los que no van a poder retener" frente a ofertas económicas muy importantes.

Además considera que "todavía no es fácil ver la magnitud de ese fenómeno" porque "estamos al principio".

"Habría un punto de no retorno, que sería el dejar participar a uno de esos clubes en la Liga de Campeones, algo que Arabia quiere, tiene dinero para ello y el precedente de que hay en competiciones europeas equipos de Israel, con que no es una aspiración imposible", explica Cazorla

Pero, por el contrario, "también hay que tener en cuenta que la liga en esos países se ha convertido en una estrategia de Estado, por fines políticos, y ellos tiene el riesgo de que en un tiempo cambie esa idea o crean que han logrado sus fines de lograr prestigio y bajen la inversión" aunque "a medio plazo es algo que va a seguir como este verano, porque en los países árabes saben que el fútbol es un vehículo de imagen muy potente", concluye Cazorla.