La revolución del sol

G.B.
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Promotores fotovoltaicos defienden la ventaja competitiva de España en energía solar y niegan un impacto excesivo en el territorio. El Gobierno regional alega que los objetivos ya están cumplidos

Camino de La Grajera desde Pradoviejo, en cuyo entorno se proyectaban dos parques solares rechazados. - Foto: Óscar Solorzano

Los alemanes disfrutan su país de 850 horas de sol al año;los españoles, en torno al doble, con lo cual el precio del kilovatio de energía fotovoltaica en España debería costar la mitad. Ese regalo de la naturaleza es para el director general de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), Luis Donoso, un ventaja competitiva que por primera vez desde la revolución industrial pone a España en posición de liderar lo que califica como la tercera revolución intensiva, con la energía solar como punta de lanza.

Donoso, que no duda en atribuir a la presión del lobby del vino la aprobación de Ley de medidas temporales y urgentes para la protección del paisaje de La Rioja, se lamenta de que un sector como el vitivinícola que ya está sufriendo los efectos del cambio climático no sea más sensible a las energías que pueden ayudar a atajarlo.

Donoso apunta que los proyectos de plantas solares que se han visto paralizados por la moratoria instada por el Gobierno de La Rioja y aprobada por el Parlamento regional no son precisamente macroparques, sino todos ellos plantas por debajo de los 50 megavatios que la ley fija como límite para que puedan ser aprobados directamente por las autonomías sin necesitar autorización ministerial.

Al igual que el directivo de la Unef, otras voces del sector niegan el peligro de este tipo de instalaciones sobre el paisaje. «El 85% del suelo de La Rioja estaba ya limitado por la normativa para proyectos fotovoltaicos;eso no existe en otras comunidades», asegura Ignacio de la Iglesia, responsable de proyectos de Amda Energía, una empresa que proyectaba dos parques solares de 5 megavatios cada uno en terrenos situados entre la zona de Pradoviejo y La Grajera, paralizados por un informe negativo del Ayuntamiento de Logroño. 

Pese a superar la información pública sin reparos de grupos ecologistas ni ciudadanos, el dictamen municipal ha echado abajo dos proyectos en los que la compañía ha invertido ya unos 200.000 euros. De la Iglesia cuestiona el informe por arbitrario y valorativo, «sin enjundia técnica» y señala que los parques que iban a promover plantean un impacto visual moderado y no dañan el medio, amén de que ofertaban la creación de un aula de interpretación de la energía fotovoltaica. A diferencia de quienes alertan de la ocupación de suelos de alto valor por parte de instalaciones fotovoltaicas, el directivo de Amda razona que en España el 0,1% del suelo agrícola ocupado sería suficiente para conseguir los objetivos de energías renovables fijados para 2030.

De hacer caso al argumentario de la Ley de medidas temporales y urgentes para la protección del paisaje, solo con la entrada en servicio de nuevos parques eólicos (68,2 MW) y fotovoltaicos (779 MW) en tramitación avanzada y la previsión de energía fotovoltaica para autoconsumo (108 MW), La Rioja estaría en disposición de alcanzar un 43% de renovables sobre la energía final consumida. «Cualquier nueva solicitud de instalación de parque fotovoltaico conllevaría sobrepasar con creces la aplicación a nivel regional de los objetivos planteados por el Priec (Plan Riojano Integrado de Energía y Clima de La Rioja) para el conjunto del Estado.