Seguimiento masivo del paro de médicos inspectores del INSS

EFE
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Las citaciones médicas a personas trabajadoras para sus revisiones de incapacidad temporal o permanente

El trabajo incide en la salud mental, según la OMS - Foto: Ingrid

UGT Servicios Públicos ha precisado este sábado que la mayoría de los médicos inspectores de la Seguridad Social que forman parte de la Unidad de Valoración Médica de Incapacidades (UVMI) secundó el viernes la huelga convocada a nivel nacional, que tuvo un seguimiento del 80 por ciento de la plantilla.

En una nota, ha detallado que en La Rioja se tuvieron que posponer las citaciones médicas a personas trabajadoras para sus revisiones de incapacidad temporal o permanente.

"A pesar de que UGT acordó los servicios mínimos con el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), no han faltado las presiones y el esquirolaje interno al haberse vaciado la jornada de huelga de contenido laboral provocado que, en algunos territorios, esos servicios mínimos, hayan quedado ociosos", ha indicado este sindicato.

UGT ha manifestado su disposición y voluntad de encontrar una solución negociada, a pesar del rechazo del INSS a la mediación de la Inspección de Trabajo y de la falta de respuesta de la Secretaría de Estado y de la Subsecretaría del Ministerio a la demanda formal de negociación formulada por el sindicato.

Esta movilización, que no tiene un objetivo económico, defiende a trabajadores y ciudadanos al amparar el tratamiento colegiado y multidisciplinar de los casos de especial complejidad, la seguridad y la prevención de riesgos laborales, la ponderación y el reparto equitativo del trabajo, además de la correcta clasificación de los puestos de trabajo de los médicos inspectores, han explicado.

Recientes modificaciones legislativas han producido, en su particular interpretación por parte del INSS, la supresión de los tribunales médicos para las bajas laborales entre los 12 y los 18 meses de duración, trasladando su competencia colegiada al único criterio de un solo médico-inspector.

Esta medida, rechazada por el colectivo, representa, según UGT, un perjuicio para el administrado, un incremento de cargas de trabajo, funciones y responsabilidades, así como dificultades para el cumplimiento de las tareas que tienen encomendadas estos médicos de la Seguridad Social, todo ello, en un contexto de falta de seguridad y sin la preceptiva modificación de sus puestos.