Concluye la demolición del edificio derrumbado en Juan XXIII

El Día
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Los trabajos se han realizado de arriba hacia abajo y derribando el edificio auxiliar anexo al polideportivo para trabajar con seguridad y que los edificios colindantes no sufriesen daños. Los vecinos desalojados retornan este viernes a sus casas

Imagen del edificio que colapsó el martes ya reducido a escombros este viernes. - Foto: Ocisa

Los trabajos de demolición de urgencia del edificio de la antigua residencia de Adoratrices, tras el colapso sufrido el pasado martes, han concluido este viernes. La demolición controlada de la estructura dañada y los escombros que quedaban en pie comenzó el jueves y han finalizado a primera hora de la tarde de este viernes, según han informado la constructora Ocisa. El Ayuntamiento avisará este viernes a los vecinos de los edificios colidantes, que habían sido desalojados durante la demolición, para que retornen a sus viviendas. 

"Con ello se ha resuelto el problema de seguridad que existía para los peatones y vecinos y ya pueden volver a sus viviendas y reabrir sus negocios que, por precaución, habían quedado precintados durante este proceso", afirma la empresa encargada de las obras.

Ocisa destaca y agradece "la buena coordinación existente entre las entidades afectadas, el Ayuntamiento de Logroño, la propiedad del edificio, la dirección facultativa y la inspección de trabajo, que ha posibilitado una respuesta rápida y eficaz a los problemas generados por el derrumbe".

Desde que tuvo lugar el desgraciado incidente, todas las entidades han sido conscientes del problema y han priorizado las soluciones, como la declaración de derribo urgente por intervención de emergencia, por parte del Ayuntamiento y la aprobación posterior del protocolo de demolición elaborado por Ocisa junto con la dirección facultativa y técnicos municipales e Inspección Laboral.

Los trabajos de demolición se han realizado de la parte superior del edificio hacia abajo, con la maquinaria adecuada y, para actuar con la máxima seguridad y estabilidad, se ha tenido que derribar el edificio auxiliar anexo al pabellón del polideportivo, que ocupaba parte del patio interior.

Todo ello "con el fin de que la maquinaria trabajase con la máxima seguridad para preservar los edificios colindantes, previamente desalojados, así como para el propio maquinista encargado de realizar los trabajos".

Respecto a los motivos del colapso del edificio "continúa la investigación para conocer las causas que dieron lugar a este desgraciado accidente en el que perdió la vida un trabajador y otros dos resultaron heridos, a la que Ocisa apoya y está colaborando con el máximo interés para esclarecer estos motivos".