El encarecimiento de los tipos de interés, el escaso atractivo de los productos financieros que primen el ahorro frente al refugio que para los españoles supone la vivienda y las sumas acumuladas durante la pandemia están confluyendo en el aumento de la compra de viviendas a tocateja, esto es, sin necesidad de echar mano de préstamos hipotecarios, un extremo en el que coinciden tanto registradores como notarios y confirman los datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

Así, entre enero y abril, según la estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad del INE, se realizaron en esta comunidad 1.485 operaciones de compraventa frente a las 1.726 del mismo cuatrimestre del año pasado, un 14% menos.

Durante ese mismo periodo del presente ejercicio, el número de hipotecas firmadas ha sido muy inferior, 788, lo que implica que casi la mitad de las compras de viviendas, concretamente el 47%, se han realizado sin la necesidad de solicitar un préstamos hipotecario.

Los cuatro primeros meses del año pasado se suscribieron 1.192 hipotecas, lo que implica que el 32% de las operaciones, un 15% menos que este año, se efectuaron sin financiación bancaria.

En mayo, el porcentaje de compras de viviendas adquiridas con un préstamo hipotecario se situó en el 43,7 %, de forma que el 56,3 % restante se cerró sin financiación en el conjunto del país.

Para Juan Villén, director general de idealista/hipotecas, la explicación de este fenómeno crecientes apunta a la subida de tipos de interés, que  «ha expulsado del mercado a una parte de los demandantes de vivienda que ya no cumplen los criterios de riesgo de los bancos». Argumenta que «esto se ve perfectamente porque la caída de transacciones de compraventa es muy inferior a la de las hipotecas. Es decir, en números absolutos, casi el 100% de la caída de las compraventas es por menor número de hipoteca».

La decisión del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés en junio un 0,25%, que se suma al medio punto de marzo, ha fijado el precio del dinero en el 4%, la cifra más elevada desde 2000.

Las proyecciones macroeconómicas de la autoridad financiera recogen que el euribor y los tipos de interés se mantendrá en los altos niveles actuales hasta 2025, por lo que es probable que se mantenga la tendencia de la compra de viviendas al contado.