Editorial

Feijóo se lanza a la precampaña con un relato de riesgo e insuficiente

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La proximidad de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 ya se deja sentir de manera clara en el debate político. Los partidos comienzan a articular sus mensajes dirigidos cada vez más a generar en la ciudadanía un relato que sea capaz de influir en su percepción de la situación social y económica del país. Ayer, por ejemplo, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, empezó a marcar discurso con la idea de que nunca un Gobierno en España había generado tantos problemas como el de Pedro Sánchez, incidiendo, además, en que el incremento de la recaudación fiscal por el aumento de precios se destina a fines electoralistas con paquetes de ayudas sociales y económicas, que tienen por objeto lo que se supone que cualquier Gobierno, y de cualquier signo, debe hacer: articular medidas que a las familias y a las empresas les permitan superar complicaciones en situaciones coyunturales como la actual.

Feijóo se presentaba ayer en Málaga con el mensaje habitual que un candidato de la oposición siempre debe ofrecer a los votantes: honestidad y lealtad a los intereses generales del país para revertir el cúmulo de desgracias que generan los gobiernos socialistas. El relato de las referencias a la situación económica de las familias le dio buen resultado a Mariano Rajoy en 2011, aunque sus primeras medidas al frente de Gobierno fueran literalmente contrarias a las prometidas hasta día de las elecciones. Y Feijóo parece llevar intención de seguir la misma estela, incidiendo en aspectos como la deuda incrementada por Sánchez durante estos años en los que, sin el aumento de los recursos por las vías extraordinarias que fueran, hubiera resultado imposible hacer frente a los efectos de la pandemia y de la guerra. Si nunca un Gobierno ha incrementado la deuda hasta la cifra actual ni tampoco en treinta años la inflación había subido hasta los niveles actuales, ambas cosas ciertas, convendría afirmar también que nunca un Gobierno ha tenido que gestionar una pandemia ni una guerra en Europa como la de Rusia y Ucrania en muchas décadas, con su derivada económica.

El líder del PP sigue por encima del PSOE en las encuestas, pero el relato de la honestidad y la lealtad no puede ser suficiente para ganarse la confianza del ciudadano. Ni siquiera el de la deuda, porque debería explicar entonces Feijóo qué alternativa al aumento de la deuda hubiera activado como presidente para pagar ERTES y todo el conjunto de medidas millonarias que sirvieron para que las empresas no cerraran y los trabajadores no perdieran empleo durante la pandemia, amén de pagar ingentes costes que la Sanidad exigió y que resultaban imprescindibles. Dado que la lealtad hacia los problemas del país se presuponen, hace falta más. Y su propia afirmación, también ayer, de que el Gobierno se desgasta por sí solo es un error de bulto. Por un lado, le resta mérito a su propia acción de oposición, pero también, por ejemplo, puede llevar al PP al conformismo en sus planteamientos si se ve ganador. Centrarse más en destacar las debilidades del Gobierno que en las fortalezas de su alternativa no parece buen camino.