José Luis Escrivá Belmonte nació en Albacete el 5 de diciembre de 1960 y desde  enero de 2020 es ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, un cargo desde el que ha vivido importantes retos, como la reforma de las pensiones o la implantación del Ingreso Mínimo Vital. Actualmente, el economista se enfrenta a una posible huelga de los funcionarios de la Seguridad Social, temas de los que habla con este diario, en plena campaña electoral.

Uno de los grandes retos a los que ha tenido que enfrentarse desde que es ministro ha sido la reforma de las pensiones, ¿cuáles son las mejoras que aporta? 

La reforma lo primero que hace es derogar la ley de 2013, que suponía una reducción extraordinaria de las pensiones, un 30 ó 40%, según los casos, a lo largo de la vida de un pensionista. Esto era algo insólito a nivel internacional, igual que es un recorte de derechos extraordinario. Por eso, lo primero que hemos hecho es derogar esa reforma de 2013, además con el acuerdo de todos los agentes sociales en esa derogación y el Pacto de Toledo y, a partir de ahí, construir un nuevo marco, que asegure la suficiencia, la sostenibilidad y también mejorar la equidad del sistema.

¿Cómo van a asegurar esa suficiencia, sostenibilidad y equidad del sistema?

La suficiencia se consigue manteniendo el poder adquisitivo de las pensiones y, por tanto, las pensiones ahora, como hemos podido comprobar, precisamente, en este año 2023, mantienen el poder adquisitivo en todo momento, con una actualización en función de la evolución del IPC. La sostenibilidad se obtiene, con una solución equilibrada. El canal más potente para lograr la sostenibilidad del sistema es hacer que la edad efectiva de jubilación se acerque a la edad legal, trabajando con los desincentivos para la jubilación anticipada y los incentivos positivos para la jubilación demorada y, finalmente, reforzamos los ingresos del sistema por distintas vías, para que el período de mayor tensión en el sistema de pensiones, que será la década de los 30 y la década de los 40, pues existan unos ahorros previos y unos ingresos extraordinarios, que permitan asumir la sostenibilidad del sistema. En el ámbito de la equidad trabajamos sobre todo en tres líneas. La primera es reducir la brecha de género, reforzando la prestación con el complemento de brecha de género. En segundo lugar, mejorando el tratamiento de las lagunas dentro de las cotizaciones de las mujeres. En tercer lugar, mediante una regla por la cual las pensiones mínimas y las pensiones no contributivas en los próximos cuatro años irán subiendo, hasta alcanzar determinados umbrales preestablecidos, que están vinculados al 60% de la renta mediana de una familia con dos adultos.

En ningún caso va a haber una bajada de las pensiones, esta es una reforma de medio y largo plazo, que garantiza la sostenibilidad del sistema en cualquier horizonte"

Podemos decir entonces que esta reforma de las pensiones no va a obligar a subir las cotizaciones de aquí a dos o tres años.

No, en ningún caso. Hemos abordado el grueso de todo el problema de sostenibilidad de forma solvente.

¿Tampoco va a haber una bajada de las pensiones en un futuro próximo?

En ningún caso va a haber una bajada de las pensiones, ésta es una reforma de medio y largo plazo, que garantiza la sostenibilidad del sistema en cualquier horizonte.

¿Cómo se puede garantizar que las pensiones sigan subiendo de aquí a 20 años?

Porque ahora mismo ya está en la ley una regla concreta, por la cual las pensiones todos los años se actualizan, todas las pensiones, excepto las mínimas y no contributivas, que incluso suben más, pero todas las pensiones suben en función de la inflación media del año anterior, evaluada en el mes de noviembre. Este año, sea cual sea la inflación media interanual, evaluada en el mes de noviembre, ésa será la subida de pensiones en el mes de enero del año siguiente. Así vamos actualizando siempre el poder adquisitivo de las pensiones. 

¿Está convencido de que no va a haber que retrasar la edad de jubilación para que el sistema sea sostenible?

Sí, absolutamente.

¿Qué le parece lo que está sucediendo en Francia con el tema de la edad de jubilación?

Lo que me suscita lo que pasa en Francia es poner en valor lo que tenemos en España con el Pacto de Toledo, que es una comisión parlamentaria no normativa que existe desde 1996 y que permite consensuar y establecer marcos de referencia a medio plazo para que nuestro sistema de pensiones sea sostenible y además responda a un consenso muy amplio. 

¿Qué porcentaje de los futuros pensionistas se verá beneficiado con la reforma de las pensiones? 

Todos, los casi 11 millones de pensionistas que hay en España se benefician todos y los futuros pensionistas también, porque hemos pasado de un modelo que iba a recortar sus pensiones significativamente, entre un 30 y un 40% y más para los jóvenes, a que ahora se encuentran con que ya tienen blindado su poder adquisitivo y ese recorte ya no se va a producir. Por otra parte, quienes tienen pensiones mínimas o pensiones no contributivas, verán todavía incrementadas sus pensiones proporcionalmente por encima del IPC y, por lo tanto, mejorará su situación, con respecto a la situación actual.

Además, el complemento de brecha de género ya beneficia a 400.000 mujeres y les da un complemento de pensión adicional, en función de los hijos que tuvieron y si cuando tuvieron esos hijos tuvieron una caída de cotizaciones. Mejoramos el tratamiento de las lagunas de las mujeres y yo creo que aquellas personas que hayan tenido mala suerte y sus últimos años no sean sus mejores de cotización, ahora mismo, con la posibilidad creciente que va a haber de excluir en el período de cómputo dos años, que sean tus peores años, vas a poder tener una mejor pensión que en el régimen preexistente.

Muchos analistas dicen que la reforma de las pensiones no soluciona el problema, sino que es un salto hacia adelante, ¿qué les diría? 

Yo lo que creo que debe saberse es que en España la mayoría de los expertos y opinadores sobre pensiones son los autores de la reforma de 2013, donde en España se hizo algo insólito y es que se decidió que la reforma la hicieran un grupo de expertos, que básicamente la mayoría de ellos estaban vinculados por una vía u otra, al sistema financiero; es decir, que dimos al sistema financiero la prerrogativa de reformar el sistema de pensiones y lo que le interesa al sistema financiero es propiciar ahorro en forma de depósitos, ahorro en forma de fondos de inversión o en fondos de pensiones, porque es lo que da valor a sus entidades. Los bancos minoristas se valoran en función del volumen de depósitos minoristas que tienen y crear incertidumbre y crear marcos que recortan el sistema de pensiones público es la forma de incentivar el desplazamiento hacia otras formas de ahorro. 

Uno de los temas de estos últimos días ha sido la amenaza de huelga de los funcionarios de la Seguridad Social, ¿cree que la huelga puede evitarse?

Sí, yo no creo que esto vaya a tener mucho recorrido. Es difícil de entender, de todas formas, que en una situación en la cual desde el año 2012 hasta el 2018, la Seguridad Social perdió el 23% de su plantilla, año tras año, con jubilaciones crecientes, con una tasa de reposición cero, que implicaba prácticamente no cubrir vacantes, durante ese período hubo relativa paz social en la Seguridad Social. Ahora llegamos nosotros y estamos reforzando extraordinariamente los recursos humanos de la Seguridad Social, solamente en este primer semestre del año vamos a incorporar 3.200 funcionarios, que es cerca de un 15% de los funcionarios de la Seguridad Social. Por tanto, yo creo que todas estas cosas se pondrán en valor y no tendrá recorrido.

Pero motivos para la protesta había después de ese periodo del que habla sin reponer las jubilaciones.

Motivos había, pero los hemos afrontado nosotros, había un abandono muy largo de la Seguridad Social.

Durante los últimos tiempos la Seguridad Social ha tenido mucho trabajo por el tema del Ingreso Mínimo Vital, ¿por qué resulta tan farragoso pedir esta prestación?

No estoy seguro que sea tan farragoso solicitarla, porque cuando uno mira el número de solicitudes que se hacen y las simulaciones que se hacen y las solicitudes, hemos tenido dos millones y medio de solicitudes, con lo que no estoy tan seguro que sea tan difícil pedir esta prestación.

Se lo comento porque a diferentes provincias del país ha acudido un autobús viajando por España, para ayudar a la gente a pedir el IMV.

Sí, pero eso no es seguramente porque el proceso sea muy farragoso, que igual es mejorable, no digo que no. Realmente es una prestación compleja, que hay que justificar bien, porque es una subvención que se da a personas especialmente vulnerables y la vulnerabilidad hay que acreditarla y los criterios hay que acreditarlos. 

Dicho esto, lo que ocurre con las prestaciones que van dirigidas a las personas más vulnerables, es que realmente son personas con una baja proclividad a interaccionar con la administración. Tenemos a algún premio Nobel trabajando con nosotros, Abhijit Binayak Banerjee, que ha trabajado mucho con el tema de la pobreza en todo el mundo, que lo que nos dice su experiencia es que hay que ir donde están las personas, que no puedes esperar que acudan a la Administración y por eso se puso en marcha el autobús y otro tipo de iniciativas que estamos haciendo en proyectos piloto, con organizaciones EAPN (European Anti Poverty Network), que es una red de ONG que se dedican a combatir la pobreza y lo que estamos haciendo es que ellos creen una serie de nodos, que son sitios en los que pensamos que pueden acudir las personas más vulnerables, sitios donde se reparte ropa, un comedor social, una parroquia y esos sitios son a los que hay que ir y hacerles partícipes del IMV y ayudarles en la tramitación.

Por lo que está comentando, cree que hay muchas personas que podrían ser beneficiosas de esta prestación y que no la han solicitado.

Hay personas, lo que si que es difícil es saber cuántas son, porque ya tenemos 1.700.000 beneficiarios del IMV, que es un número muy alto, son más de  640.000 familias. Además yo siempre pongo como referencia, que antes de que hubiera una prestación estatal de la Seguridad Social, las comunidades autónomas tenían programas de rentas mínimas, todas las comunidades autónomas, con distintos éxitos, después de 25 años las comunidades autónomas a nivel nacional, no llegaban ni a 400.000 y nosotros en dos años y medio hemos llegado a 640.000. Estas prestaciones siempre tienen un problema de calidad de cobertura, por la naturaleza de los potenciales beneficiarios.

Con la llegada de las campañas agrícolas, en muchas ciudades se produce un aumento notable de la presencia de temporeros, que provoca que se produzcan asentamientos ilegales, donde las personas viven de forma precaria, ¿cómo se puede luchar contra un problema como éste? 

Lo que estamos haciendo y creo que tenemos que trabajar en eso mucho más, es en que los procesos de migración sean regulares, seguros, ordenados, con contrato.

Lo que estamos haciendo es propiciar que esta migración circular, que nos ha funcionado muy bien con los marroquíes en zonas de España como Andalucía, queremos extenderlas a Centroamérica. De hecho ya tenemos un piloto con hondureños, vamos a hacer otro con colombianos, ecuatorianos y ahora lo queremos extender a otros países como Guatemala. Tenemos que buscar los mecanismos y de hecho el acuerdo que hemos alcanzado ahora con Estados Unidos y con Canadá, nos va a permitir utilizar ciertas capacidades en la región, conjuntamente con estos países, para reconducir hacia aquí trabajadores que vengan a España con contrato.