La educación infantil riojana entre las que menos TIC usa

Mónica Burgos
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La Rioja se posiciona en tercer lugar, con tan solo un 21,7% de uso de TIC en el primer ciclo escolar, por detrás de País Vasco (13,9%) y las islas Canarias (11,9%).

Preescolares en la Guardería Nanny’s - Foto: Óscar Solorzano

Hoy es el día Internacional de la Educación, la ocasión perfecta para echar la vista atrás y comparar los diferentes escenarios educativos de los tiempos actuales con respecto a los ya dejados atrás. Las nuevas metodologías de enseñanza, así como diversos y novedosos recursos han surgido en estos años a raíz de la irrupción tecnológica que se abre camino imparable y avanza a un ritmo sin precedentes.

El panorama educativo en La Rioja sigue el ritmo a este desarrollo y se posiciona a la altura en cuanto a la inclusión y adaptación de las nuevas tecnologías a su sistema de educación en los ciclos de secundaria, formación profesional y estudios universitarios. En estas etapas escolares se incorpora en La Rioja las tecnologías de la información (TIC) en gran medida, concretamente en un 95,2%, 97,2% y 97,1%, respectivamente, según reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

No son tan altos, sin embargo, los datos relativos a educación primaria. En esta etapa escolar el uso de las TIC baja hasta un 62,7% de su uso en este ciclo, por debajo de la media nacional (63,9%).

Pero aún mayor es la caída en la educación infantil, en la que La Rioja se posiciona en tercer lugar por la cola entre las comunidades que menos uso hace de las TIC en el primer ciclo, con un 21,7% de uso en los centros, por detrás de País Vasco (13,9%) y Canarias (11,9%).

Por su parte, la media nacional en la proporción de centros que incorporan TIC es del 42,4%, encontrándose por encima de esta proporción las comunidades de Murcia (70%), Baleares (67,5%), Cataluña (57,8%), Madrid (57,6%), Navarra (56,8%), Andalucía (49,6%), Comunidad Valenciana (49,6%), Asturias (49,1%), y Castilla y León (47,8%). 

Demasiado pronto. La necesidad actual de capacitar a los futuros profesionales con habilidades  y competencias basadas en las nuevas tecnologías es innegable, especialmente la cada vez nayor demanda por parte de las mismas en el mercado laboral. Una situación que ha abierto el debate en el ámbito escolar sobre su mayor o menor inclusión en los procesos y metodologías educativas.

«La tecnología es un arma de doble filo, y en el primer ciclo de educación no es tan necesaria» ha expresado a este periódico Sandra Íñiguez, presidenta de la Asociación de Centros Educativos de La Rioja, integrada en la FER «se está perdiendo la tradición del juego, del desarrollo de la inteligencia emocional de los niños y su fantasía» añadía, así como ha afirmado que el uso de estas tecnologías en los primeros ciclos educativos «puede afectarles a su visión, nivel cognitivo y de aprendizaje». Un problema que se constató con el uso de las pizarras interactivas, unas herramientas de aproximadamente 1.200 euros de coste por unidad y que fueron retiradas de los centros de infantil porque, señalaba Íñiguez, «se ha demostrado que, después de años, existe casi un 40% más de niños con deficiencias oculares en consecuencia». Razones por las que no se sorprende ante los datos así como asegura que estos primeros ciclos educativos «no son los más idóneos para comenzar con el uso de la tecnología»