No existe regla alguna que ordene o regule esa costumbre tan de aquí como es el vermú. Para gustos los colores. El vermú concierto incluido en el programa de fiesta para el día de ayer tuvo como protagonista a la Banda de Música de Logroño, que amenizó los momentos previos a esa otra sana costumbre como es la comida. A las 13 horas, los integrantes de la Banda llenaban de instrumentos y música la concha de El Espolón ante un público de edades diversas, aunque la tercera edad acaparaba la mayoría de las sillas municipales dispuestas para la ocasión.
Bajo la dirección de José Ángel Cabezón, 'Mesonera de Aragón', del maestro Monreal, se llevaba la primera ovación del vermú.
Todo ello para dar la bienvenida a uno de esos temas que triunfa igual en verbenas de pueblos que en los instrumentos de la Banda logroñesa. El pasodoble 'Paquito El Chocolatero', en su versión original de Pascual Falcó, llevó a alguno, tampoco demasiados, a entregarse al baile más propio de charangas.
Y como no hay vermú que se precie sin un sincero 'chin-chin', la tercera del concierto rindió un brindis, el del compositor Ferrer Ferrán. Con dos botellas, una de cava y otra de vino a modo de improvisados instrumentos, uno de los músicos acompañó a la Banda en la interpretación de 'El Brindis'. Terminado el tema, el músico y el propio director de la Banda brindaron entre ellos y con el público. El gesto fue respondido, sin copa de vino en mano, con la ovación de los asistentes.
Arrancaba ya el cuarto tema, 'La Leyenda del Beso', de Soutullo y Vert, y como también suele ser habitual en los vermú con niños, éstos gustan poco de estancias demasiado largas sin hacer nada. Mientras los mayores degustaban los sabores del concierto, Pomper llamaba la atención de los más pequeños con un espectáculo de pompas de jabón imposibles. Junto a la fuente de El Espartero, cada una de estas voluminosas formas de jabón llevaba tras de sí a unos cuantos pequeños que buscaban su explosión justo encima de ellos.
'no olvido a españa'. 'Spanish Fire', de Randy Beck puso el tono al quinto tema del musical. Por eso de que no hay buen vermú sin un buen vino, algunos se acercaban a aplaudir a la Banda Municipal de Logroño copa en mano, pero procedentes del Concurso de Pinchos y Vinos que se celebró a lo largo de la mañana en El Espolón, a escasos metros de la Concha.
Sonaba 'No olvido a España', de Ángel Sáez Benito, cuando asomaban los primeros abanicos entre el público en un jornada de sol y cielo azul pero que no recordó a los calores de este verano. Una ligera brisa acompañó a los acordes que sonaban bajo la maestra batuta de José Ángel Cabezón.
'Estampas Riojanas', de José Fernández Rojas puso la séptima del vermú y 'Gigantes y cabezudos', de Fernández Caballero la octava a modo de llamada a los paseos que brindarán a lo largo de toda la semana nuestros gigantes y cabezudos. El vermú concierto iba a llegando a su fin con 'La boda de Luis Alfonso' mientras un devenir incesante de gente cruzaba el paseo dedicado al general Espartero pausando el paso para contemplar a una Banda de Música muy querida y apreciada en Logroño.
Como todo vermú que se precie, la última debe dejar buen sabor de boca. Este honor se lo llevó ayer 'Champagner Galopp', de Hans Christian Lumbye' dedicado a un público que concluyó el vermú con una cerrada ovación.