Un padre siempre está dispuesto a hacer cualquier cosa por salvar la vida a un hijo, máxime si éste amenaza con conducir un coche en evidente estado de embriaguez. Una tensa situación que motivó una medida desesperada para  un padre desesperado que no lo pensó dos veces y se propuso impedir que su hijo se jugara la vida al volante  y pusiera en peligro la de otros conduciendo borracho.

Para ello, se armó de valor y de un pico con el que destrozó el vehículo con el fin de que no pudiera servir de medio de transporte a su vástago. Advertimos que la historia no tiene final feliz aunque podría haber acabdo pero. 

Todo comenzó la madrugada del pasado domingo cuando la Policía Local de Logroño recibió una llamada de un ciudadano de la capital alertando que un hombre estaba destrozando con un pico un coche de la marca BMW  que se encontraba estacionado en la vía pública. Cuando una patrulla se acercó al lugar pudo observar cómo otro coche, un todoterreno, abandonaba a toda prisa la zona. Los agentes procedieron a darle el alto y cuando lograron detenerlo identificaron a los dos ocupantes: un padre y un hijo, de 32 años, en estadio de embriaguez.

Esta situación podrían pasar pasar por un caso que termina en una denuncia por exceso de velocidad al volante. Pero la historia dio una vuelta de tuerca cuando el hombre más mayor relató a los policías el origen de su huida precipitada.  Así, explicó que había tratado de convencer a su hijo, que se había pasado con la bebida,  para que le entregase las llaves del BMW y evitar así, que cogiese el coche borracho.Esto motivó una discusión entre padre e hijo; y ante la negativa del joven de darle las llaves, el padre no vio otra alternativa que destrozar el vehículo. Una solución extrema, no cabe duda, pero que resultó efectiva. El hombre utilizó un pico, sirviéndose de él  para romper los cristales del coche. No contento con el destrozo, siguió golpeando el vehículo, causando  graves daños  en la carrocería y para evitar la más mínima oportunidad a su hijo de marcharse con el coche, procedió a  reventar las ruedas con el objetivo de inmovilizar  el turismo de manera defintiva. El coche quedó en tal estado que era imposible que sirviera para transportar a alguien de un sitio a otro.

Finalmente, los agentes procedieron a denunciar al padre por un delito de daños. La buena acción de este padre le costó una denuncia y a su hijo, una factura más que elevad del mecánico.