Logroño sopesa reducir baldeos y no descarta restricciones

El Día
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El abastecimiento de agua de boca está garantizado y de momento no hay limitaciones en su uso, porque la situación marcada por la Confederación Hidrográfica del Ebro es de "pre-alerta" en la cuenca del bajo Iregua

Un operario municipal limpia una acera con agua a presión. - Foto: Óscar Solorzano

Logroño va a estudiar el reducir los baldeos de calles, sobre todo donde la limpieza pueda hacerse por otros métodos, y va a pedir a sus ciudadanos concienciación sobre el consumo de agua, a la espera de tener que adoptar otras medidas de restricción, en función de las lluvias que caigan en mayo.

Así lo han explicado el consejero de Medio Natural de La Rioja, Álex Dorado, y los concejales de Desarrollo Urbano Sostenible y Medio Ambiente, Jaime Caballero y José Manuel Zúñiga, respectivamente, en una conferencia de prensa que han ofrecido tras mantener una reunión para analizar la situación de sequía en la ciudad, informa Efe.

El abastecimiento de agua de boca, que es prioritario, está garantizado, han asegurado, y, de momento, no hay restricciones porque la situación marcada por la Confederación Hidrográfica del Ebro es de "pre-alerta" en la cuenca del bajo Iregua, de la que depende Logroño.

Sin embargo, esa situación se evalúa de forma periódica -mañana mismo hay una reunión en la que se abordará- y esa clasificación podría cambiar, en especial en función de las lluvias que caigan en mayo, lo que daría lugar a situaciones diferentes, relacionadas, posiblemente, con los riegos o con el llenado de piscinas privadas.

El consejero ha subrayado la "coherencia" y "valentía" del Ayuntamiento de Logroño por las medidas que ha adoptado desde el inicio de legislatura para reducir el consumo de agua, algo a lo que "hay que añadir ahora algunas acciones complementarias" en especial para "concienciar" de la importancia que tiene poder disponer de agua para el regadío en la zona del Iregua.

Ha detallado que ya está establecido un orden de prioridades según el cual "lo primero es mantener un caudal ecológico" de los ríos, tras lo que está el consumo de agua de boca, que supone el 12 % del total y, en tercer lugar, está el regadío agrícola.

Dorado ha detallado que el Ejecutivo riojano ha aportado esta legislatura 5,5 millones de euros para mejorar las redes de abastecimiento en los municipios, que se van a ampliar en los próximos meses hasta superar los 7 millones de euros.

El consejero ha afirmado que actualmente "no está en el horizonte" el que la situación de pre-alerta de la cuenca del Iregua pase a ser de alerta "aunque mañana mismo la Confederación Hidrográfica del Ebro hará una información más detallada de la situación".

Dorado ha admitido que "si pasáramos a alerta habría que adoptar medidas de racionalización de algunos usos" aunque "creemos no vamos a pasar de forma inminente, puede depender de las lluvias de mayo".

Por otro lado, el consejero también ha mandado un "mensaje de precaución" ante la posibilidad de que se produzcan episodios de calor extremo "para lo que hacemos las mismas recomendaciones que en el verano" y "además hay que estar alerta, porque la temporada incendios no ha llegado, pero hay que estar alerta porque las condiciones climáticas pueden llevar a esas situaciones".

EL AGUA DE BOCA ESTÁ GARANTIZADA

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, ha incidido en que "lo primero que hay que dar a los ciudadanos es un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, porque el agua de boca está garantizado" y "lo que más nos preocupa es la agricultura" ante lo que "pedimos solidaridad, para que se haga un uso eficiente del agua".

Zúñiga, por su parte, ha afirmado que "desde el inicio de la legislatura se adoptaron medidas para racionalizar el consumo de agua, no es una preocupación de ahora" y ha recordado que "ya se espaciaron los riegos en los parques para adecuarnos a la emergencia climática" y "gracias a un sistema inteligente, si es necesario se pueden espaciar más".

Además, ha puntualizado, "la mayor parte del agua de riego no es de consumo de boca, sino que procede de pozos del Ebro o de la limpieza de fangos en la depuradora".

Ha afirmado que "las fugas de agua son mínimas gracias al sistema de detección con el que trabajamos y a las válvulas reguladoras de la conducción de aguas"; además, ha concluido.