Las obras de la plaza de Abastos hallan restos arqueológicos

El Día
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La actuación, que no se han paralizado, ha aflorado huellas de los templos de San Blas y San Salvador y un número indeterminado de inhumaciones

Área del Mercado de San Blas donde han aparecido los restos. - Foto: El Día

No es la primera vez que la ejecución de obras en infraestructuras o dotaciones de la ciudad descubren restos del pasado que un día Logroño fue. Y ahora ha sido el Mercado de San Blas el que ha dejado al descubierto un pequeño rastro de las vivencias de los logroñeses de antaño. En concreto, las obras de rehabilitación han descubierto restos arqueológicos relacionados con las iglesias de San Blas y San Salvador, que estaban en el solar que ocupa esta Plaza de Abastos hasta su demolición en 1837. No obstante, este hallazgo no ha impedido el avance en la rehabilitación y equipamiento de la plaza, que prosiguen su curso mientras se supervisan los trabajos de índole arqueológica, que se prevé que finalicen mañana. Según ha informado el Ayuntamiento, durante las obras de excavación del foso y acceso de sótano para el nuevo ascensor han aparecido restos de dos muros de sillería alineados, aproximadamente, en paralelo con la calle Hermanos Moroy. También han aflorado un número todavía indeterminado de inhumaciones realizadas con idéntica orientación y relacionadas con estos muros y se han localizado indicios estructurales en paralelo a la calle El Peso.

El Consistorio explica que todos los trabajos de movimientos de tierras que se realizan con motivo de las obras de rehabilitación del Mercado de San Blas se están llevando a cabo bajo supervisión arqueológica, con la correspondiente autorización expedida por la Dirección General de Cultura.

Larga historia.   La iglesia de San Blas, que acabó prestándole el nombre al mercado, ocupaba parte del solar en el que hoy se asienta el Mercado de Abastos. Según el historiador Ruperto Gómez de Segura, aquel templo, de fábrica visigoda, habría que datarlo en el siglo VII. Junto a esta iglesia, se sabe que en el año 1342 había anexa otra dedicada a San Salvador el Viejo, a la que estaba unida. 

No queda ningún resto arquitectónico de estas iglesias, que fueron derribadas en agosto de 1837 para reaprovechar su piedra en la construcción de una nueva muralla que defendiese Logroño durante las Guerras Carlistas.  En el solar resultante se construyó la conocida como Plaza de la Verdura y en 1929 se puso la primera piedra del actual mercado, inaugurado en 1930.