De ascendencia riojana, pero nacido en Santander (1989), el vendimiador de las fiestas de San Mateo 2022 lleva la mayor parte de su vida en Logroño. Quizá por eso, se pasa «media vida en la Laurel».

Reconoce que es un habitual. «Vengo mucho, 2 o 3 veces por semana, y algunas veces me tomo uno o dos y ya, y otras pueden caer 8 pinchos, depende del día, del apetito, de la compañía... Pero si se va a alargar no soy de tomarme todos los pinchos en el mismo, sino que me gusta ir cambiando de bar. Casi siempre empiezo aquí, en el Juan y Pinchamé, donde pueden caer varias cosas porque me gusta todo», indica.

El motivo, según especifica, es que aquí siempre me han dado un trato de cercanía, como de estar en tu casa, que es verdad que también te dan en muchos sitios, pero a mí aquí siempre me tratan con mucho cariño y alegría».

JUAN Y PINCHAMÉ. Brocheta de langostino con piña (3,20 euros) y vino blanco DOCa Rioja (1,30 euros). - Foto: Óscar Solorzano

Sí matiza que, en general, «cualquier bar de la Laurel es una apuesta segura y donde cualquier logroñés se puede sentir bien representado por su gran producto».

Señala que le apasiona la gastronomía. De hecho actualmente trabaja junto al chef Francis Paniego en su restaurante de Logroño «que es un lujo porque en lo personal, además, siempre me trata con respeto y mucho cariño y le estoy muy agradecido por la gran oportunidad que me ha dado para acercame más al mundo de la gastronomía riojana».

Para Póo nuestra gastronomía es «una de las mejores de España, llena de sabor, de tradición, muy completa y variada, con carnes y verduras de todo tipo, buenos guisos».

El vendimiador 2022, Óscar Póo Quintana, en la barra del Juan y Pinchamé de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

Para llenar el estómago, Póo elige la clásica brocheta de langostino con piña a la brasa. «Quizá por haber nacido en una ciudad con mar, el langostino hecho en plena Laurel y la piña natural cortada y pelada a mano, le dan ese toque que te remueve por dentro y está muy bueno».

Para beber, «depende del día, si tengo que conducir opto por un mostito, pero le doy a todos los vinos de Rioja, tinto, blanco, rosado... Hoy he elegido un blanco porque es lo que me apetecía beber».

Como vendimiador, indica que le gusta beber en porrón, pero trata de no excederse porque «te invitan en todos los lados». Destaca el trato con la gente. «Como nos paramos con todo el mundo, mi compañera y yo, mucha gente se nos acerca a enseñarnos fotos de San Mateo, ahora tengo ganas de San Bernabé, que es el patrón».