Los conflictos en las aulas perjudican ya a la salud mental

Mónica Burgos
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Casi la mitad de los jóvenes padece malestar emocional y un 47,1% nerviosismo. Además, el 43,2% tiene problemas para dormir y el 31,5% sufre crisis de ansiedad. Los menores reaccionan también en casi la mitad de los casos aislándose de sus compañeros

Conductas violentas en el entorno escolar - Foto: Óscar Solorzano

¿Quién no ha sido testigo de actitudes pasivas hacia situaciones de acoso, pasadas por alto de comportamientos violentos, así como de la creación de una espiral del silencio entorno a la discriminación injustificada en el entorno escolar? Son casos que, aunque normalmente suelen estar contemplados en las reglas particulares de cada centro escolar, no estaban amparados legalmente, hasta el curso pasado.

«Es la persona que se encarga de la protección frente a las formas de violencia y del bienestar emocional, así como se responsabiliza del trabajo de la convivencia y organización de actividades para su fomento». Fabián Martín, Director General de Innovación y Ordenación Educativa, define así la figura del coordinador de convivencia, la más reciente incorporación a la comunidad educativa.

Una figura cuyo origen lo explica una sociedad en la que el estado emocional y mental de los más jóvenes es uno de los focos de preocupación para expertos, centros escolares y las propias familias. 

Así lo ponen de manifiesto los resultados del Informe #Rayadas, la Salud Mental de la Población en España, elaborado por Fundación Manantial, los cuales reflejan que un 45,8% de los jóvenes estaría sufriendo malestar emocional. De ellos, un 47,1% experimenta nerviosismo o inquietud, y el 43,2% afirma no poder dormir con frecuencia o nunca. Además, el 38,3% de las personas jóvenes se siente sola, mientras que un 31,5% sufre con frecuencia episodios de ansiedad. Por su parte, un 11,7% afirmó autolesionarse frecuentemente y un 10% reconoció haberse autolesionado alguna vez.

Como consecuencia, destaca la aparición de comportamientos alarmantes, de los cuales la retirada social del resto de los compañeros o de sus propias familias ocupa el primer lugar, y es que el 47,9% de los jóvenes reaccionan aislándose, el 33,1% no relacionándose, y el 23,2% evade el habla. 

Asimismo, este estudio señala en un 35,3% de los casos en los jóvenes la incapacidad de dormir como la manifestación comportamental más frecuente a causa de su malestar emocional. 

Los comportamientos autolesivos también aparecen fuertemente asociados con el malestar emocional en un 30,3% de los casos, seguidos de otros relacionados con la pérdida de control (25,4%), la irascibilidad (18,6%), la inquietud (18,8%) o la violencia (22,1%). 

Las nuevas tecnologías y redes sociales también se alzan como un factor determinante. De acuerdo con el mencionado estudio, los profesores y orientadores escolares ya observan los efectos desencadenados por el uso de las tecnologías por parte de los jóvenes en su rendimiento cognitivo, su estado emocional, su autoimagen y autoestima, y en sus patrones de sueño. Además, un 42% de los jóvenes tiene miedo de ser víctima de ciberacoso y un 41% reconoce la influencia negativa en la autopercepción de su imagen corporal.  

Actuación. Ante esta alarmante situación que atraviesa la juventud y su cada vez más creciente manifestación en entornos escolares, el gobierno de La Rioja pone sobre la mesa como uno de sus objetivos mejorar la convivencia en los centros de enseñanza, haciendo hincapié en el bienestar emocional del alumnado y siendo la primera iniciativa la impartición de una formación en bienestar emocional a los coordinadores de convivencia «a raíz de los problemas que detectamos con frecuencia en el bienestar emocional de alumnos y de la comunidad educativa que hay que saber analizar y abordar».

La figura del coordinador de convivencia se implantó en La Rioja, al igual que en el resto del territorio nacional, por primera vez el pasado curso 2022-2023, siendo este su segundo año de vida. Una figura que, señala Martín, «se tiene que convertir en el referente principal para cualquier cuestión de violencia y promover el bienestar» y que ya está en todos los centros escolares de La Rioja.

Aunque ha pasado poco tiempo desde la implantación de esta figura y es, por tanto, pronto para hacer una valoración, indica Martín «cuando nos preocupamos por la convivencia y el bienestar, el resultado siempre es positivo, y más cuando hay más personal dedicado a ello» así como que ya se percibe que es una figura «que funciona y dinamiza la convivencia porque consigue la resolución pacífica de conflictos dentro del centro».

El director general también apunta que todavía queda trabajo por hacer, y anuncia que el gobierno de La Rioja trabaja en la actualidad más medidas preventivas para los centros escolares. «Estamos matizando aún más sus funciones y se hará hincapié también en la labor de prevención de conflictos y de acompañamiento, se profundizará en esa labor que tiene que hacer».