El envejecimiento merma la productividad riojana un 3,9%

Feli Agustín
-

«Pone negro sobre blanco una realidad constatable», señala el decano de los economistas sobre un texto del Banco de España, que no ofrece mejores vaticinios

«El envejecimiento poblacional supone uno de los mayores retos estructurales que afronta la economía española», dice el Banco de España. - Foto: Óscar Solorzano

El envejecimiento de la población española ha recortado en 3,4 puntos porcentuales la productividad de la economía nacional en la última década, con una caída más intensa en las regiones del Cantábrico y La Rioja;si no se hubiese producido el aumento de la población de mayor edad la tasa de actividad hubiera sido de 62,1% en vez del anotado 58,7%. 

Estas son las cuentas que ha echado el Banco de España en su estudio El impacto del envejecimiento poblacional sobre la evolución de la tasa de actividad en España, donde calcula que la productividad ha caído en La Rioja de 2012 a 2022 un 3,9%, un porcentaje solo inferior a la apuntada en Cantabria, del 5,1%, y el 4,9% de Asturias y el País Vasco. El documento de la entidad dirigida por Pablo Hernández de Cos estima que la mayor afección en estas comunidades responde al aumento del peso de la población de más de 65 años, una circunstancia que ha perjudicado en menor medida a Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura.

«El estudio pone negro sobre blanco lo que todos sabemos, una realidad constatable», conviene el presidente el Colegio de Economistas, Ernesto Gómez, que argumenta que el documento del Banco de España constata que la influencia de la demografía sobre el mercado de trabajo es una «pescadilla que se muerde la cola». Al respecto, reflexiona que la elevada edad media de un territorio provoca la merma de  la actividad económica, lo que obliga a los jóvenes a buscar nuevos destinos laborales en grandes ciudades, de tal manera que «se retroalimenta el aumento de la edad media de las poblaciones», lo que, consecuentemente, incidirá negativamente en las posibilidades  de generar riqueza y empleo.

«Si una empresa quiere ubicarse en un territorio necesita mano de obra y si no la tiene dispondrá también con menos incentivos para su instalación», añade el decano de los economistas riojanos, que destaca la importancia que el estudio del Banco de España otorga a la inmigración.

Desigualdad regional.  De cara a los próximos años, el documento del Banco de España no es más optimista y estima «a priori», que se podría esperar que las comunidades más aquejadas por problemas de envejecimiento sean las que registren mayores recortes de la tasa de actividad. De esta manera, apunta que la participación laboral retrocedería de manera más acusada en las comunidades del noroeste y las dos Castillas, que cuentan, en general, con poblaciones más envejecidas, que «tienden a presentar tasas de actividad más reducidas y menores niveles de PIB per cápita», asunto que anticiparía que el envejecimiento contribuiría a ampliar las diferencias económicas entre las regiones españolas. En este contexto, el decano de los economistas constata que La Rioja es una zona que se verá especialmente afectada, particularmente en algunos ámbitos económicos.

Al respecto, cita el caso de la viticultura, sector que se sustenta sobre una fuerza laboral de edad avanzada, afectada, además, por una notable falta de rentabilidad, «con lo que es posible que vendan en masa las grandes bodegas», que cuentan con «unas plantillas muy escasas. Cita, igualmente, las exigencias» que presenta el reto demográfico en grandes zonas del territorio, por lo que estima que «la pinta no es la mejor».

«La gente joven quiere movilidad, movilidad y movilidad, una querencia a lo que ayuda la ubicación y comunicaciones de La Rioja», estima del decano de los economistas, que recuerda que el documento del Banco de España menciona que, además de los riesgos que suponen para la actividad  la baja tasa de fecundidad y el aumento continuado de la longevidad, figura la llegada a la jubilación de la amplia generación del baby boom.